La Dirección de Infraestructura y la Dirección de Gestión y Desarrollo de Personas de la USM realizó un levantamiento detallado de las situaciones particulares de 11 trabajadoras y trabajadores que perdieron su vivienda en el siniestro.
Una carpeta con la situación detallada del caso, planos e informes de estructura recibieron 11 funcionarias y funcionarios de la Universidad Técnica Federico Santa María que fueron afectados por el trágico incendio que azotó a las comunas de Quilpué y Viña del Mar en febrero pasado. Con esta información entregada por la Dirección de Infraestructura y Dirección de Gestión y Desarrollo de Personas podrán adoptar importantes decisiones respecto a las posibilidades de reconstrucción o relocalización.
El resultado de la asesoría desarrollada por la universidad para sus funcionarias y funcionarios se realizó durante una reunión liderada por el director de Infraestructura, Oscar Jalil, y el subdirector de Gestión y Desarrollo de Personas, Bryan Vicencio, y efectuada en el Salón del Consejo Académico del Campus Casa Central Valparaíso.
En el encuentro Jalil destacó el espíritu de colaboración que se manifestó en los equipos universitarios para aportar desde un inicio al acompañamiento económico y emocional de las y los integrantes de la comunidad afectados por la tragedia.
“Los equipos se han manifestado desinteresadamente desde el primer día, desde levantamientos, colectas, apoyos, revisiones de informes estructurales, planos para ver qué se puede mantener o no. Seguiremos apoyando en contener y asesorar a cada uno de ustedes”, señaló, agregando que “juntos encontraremos la fuerza para reconstruir lo que se ha perdido. No están solos en este viajes, sino que rodeados de cariño, compromiso y mejores días por venir”.
En la misma línea, Bryan Vicencio, a nombre de la Dirección de Gestión y Desarrollo de Personas, agradeció al equipo de profesionales ligados al trabajo social, quienes “han dado grandes muestras de generosidad, esforzándose por estar presentes con cada una y cada uno de los funcionarios afectados por esta catástrofe”, añadiendo además que “seguiremos disponibles para seguir apoyando, porque son parte de esta comunidad y es parte de nuestro compromiso velar por el bienestar de quienes día a día aportan con su labor al desarrollo de esta universidad”.
Apoyo integral
Mirtha Jil, funcionaria de la Vicerrectoría de Asuntos Económicos y Administrativos de la casa de estudios, valoró el trabajo realizado por la universidad y a los equipos humanos que han apoyado durante el proceso, destacando que “a nivel institucional, fueron los primeros que se acercaron y nosotros recibimos su ayuda y apoyo. El día que nos tocó la reunión en la sede y fueron me sentí muy contenta de verlos en mi casa, porque más allá del apoyo técnico profesional que nos están dando, son nuestros compañeros de trabajo los que están allí apoyándonos”.
Leonardo Eyzaguirre, de la Dirección de Servicios y Administración del Campus Casa Central Valparaíso, se sumó a las palabras de Mirtha y enfatizó en el apoyo integral recibido. “Hubo ayuda económica, ayuda moral, ayuda de todos”, señaló, destacando la catarsis que hubo durante la primera reunión, en donde “todos contamos las malas anécdotas, porque igual es lo que vivimos”.
Sobre la experiencia de ir en ayuda de la comunidad universitaria en este tipo de catástrofe, Victoria Gómez, arquitecta de la Dirección de Infraestructura destacó que fue realmente significativa y especial. «Esta experiencia ha sido gratificante, ya que nos ha permitido brindar una ayuda más personalizada y efectiva, no solo desde el punto de vista técnico y profesional, sino también desde un enfoque humano y solidario dentro de nuestra comunidad universitaria», explicó, valorando además el similar proceso de trabajo que tuvieron apoyando a una familia afectada por un incendio en el cerro Esperanza, en 2023.
Desde la Dirección de Gestión y Desarrollo de Personas, en tanto, comentaron a los presentes que pronto se realizará un taller para abordar de forma más terapéutica el proceso asociado a la catástrofe, potenciando el apoyo que complementa lo tangible a través de lo emocional.
