El robo de vehículos ha ido en aumento, considerando el verano como una época de mayor riesgo, según datos analizados por la Asociación de Aseguradores de Chile. De acuerdo con cifras de Carabineros de Chile, este delito presenta un incremento del 19,2% en comparación con el año 2024.
El verano trae consigo diversos retos para los automovilistas, como la falta de estacionamientos en zonas céntricas, la exposición a altas temperaturas y el preocupante incremento de los robos vehiculares. Según datos de la Asociación de Aseguradores de Chile, en 2024 se registraron 13.666 vehículos sustraídos, siendo los meses de verano los que reportan las mayores cifras de robos, alcanzando los 1.170 casos solo en enero.
Ante esta situación, Walter Adrian Lemus, profesor del Departamento de Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María, Sede Viña del Mar, entrega recomendaciones clave para prevenir estos delitos y proteger los vehículos durante la temporada estival.
Adrian destaca la importancia de aprovechar las herramientas tecnológicas disponibles, como los sistemas de rastreo. “Una de las obligaciones de las compañías de seguros hoy en día debería ser proveer un GPS para todos los vehículos. Los consumidores que pagan un seguro de robo tienen derecho a exigir este dispositivo como parte de su póliza, ya que facilita la recuperación del automóvil en caso de ser sustraído”, señala.
La ley 21.170, en su artículo 4, especifica: “En la contratación de pólizas de seguro para vehículos motorizados, las aseguradoras incluirán, sin cobro adicional, la entrega de dispositivos GPS, los que serán instalados y activados exclusivamente por el propietario del vehículo”.
Sin embargo, no todas las aseguradoras ofrecen este tipo de servicio, lo que obliga a los dueños de vehículos a buscar alternativas adicionales para garantizar su seguridad. Según el docente, una de las soluciones más efectivas es la instalación de sensores presenciales, una tecnología que inmoviliza el vehículo automáticamente si el propietario se aleja de este. “Estos sensores no solo previenen robos, sino que también aseguran que el vehículo quede completamente bloqueado cuando está estacionado. Lamentablemente, no todos los medios de transporte son compatibles tecnológicamente con este tipo de sistemas”, asegura el académico.
Ante el panorama actual, Adrian hace un llamado a los conductores a informarse sobre las opciones disponibles, tomar medidas preventivas y ser precavidos. Advierte que, eventualmente, los delincuentes podrían adquirir conocimientos sobre estas tecnologías, lo que implica que confiar plenamente en estos dispositivos no es suficiente.
“Más bien, deben considerarse como una medida complementaria dentro de un conjunto de acciones cautelares”, concluye el especialista.
