Columna de opinión de Scarlett Valdés, profesora de Legislación de la carrera de Ingeniería (e) en Gestión Industrial de la USM.
Mientras la comunidad científica global ha presentado pruebas contundentes sobre el cambio climático y sus efectos devastadores, algunas voces optan por negar una realidad ineludible. El recién pasado 01 de septiembre de 2023 con los votos de Consejeros Republicanos y la abstención de RN, se rechazó el artículo en el proyecto constitucional que compromete al Estado a tomar medidas de mitigación ante los efectos del cambio climático.
Negar la realidad del cambio climático y las herramientas adecuadas para que el Estado pueda mitigar sus efectos, no sólo es irresponsable, sino pone en un serio peligro nuestra emblemática Región de Valparaíso. Su costa pintoresca y su vida marina única, es particularmente vulnerable a estos efectos. La elevación del nivel del mar podría poner en peligro no sólo la desaparición de nuestras veraniegas playas, sino que también, la vida de personas en áreas pobladas, daños a la infraestructura portuaria y por supuesto, al turismo, pilar económico clave para la Región.
Es un hecho público que el pasado 13 de junio, en el marco del Día Mundial de los Océanos y con la presencia de varias autoridades regionales, incluido el Gobernador Regional, se presentó el proyecto denominado “Ley de Costas”, que busca robustecer y mejorar la gobernanza de las actividades en la zona costera; reducir el riesgo de desastres y mejorar la resiliencia y capacidad de adaptación de los sistemas marino-costeros frente al cambio climático, incluyendo el aumento del nivel del mar, entre otros objetivos.
Esto cobra mayor relevancia cuando en el último tiempo hemos presenciado eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones, que amenazan la seguridad y bienestar de la comunidad local. Eventos que se volverán cada vez más intensos, produciendo una degradación del entorno natural.
La preocupación es inminente, asumir un rol activo en implementar distintas medidas de mitigación como la construcción de infraestructuras resistentes a estos eventos climáticos, inversión en modernos sistemas de alerta temprana y planes de evacuación, inversión en fuentes de energías renovables, reducción de emisiones de gases tóxicos, la protección de ecosistemas naturales y la preservación de la biodiversidad son urgentes para proteger a la comunidad local, la economía, el medio ambiente y avanzar hacia un turismo sostenible que permita educar y concientizar a la población sobre el gran desafío de resguardar el futuro de nuestra amada Región.
El negacionismo sobre el cambio climático es una actitud que no sólo agrava la situación y pone en riesgo en términos económicos y climáticos a Valparaíso, sino que además niega la responsabilidad que tenemos para con nuestras futuras generaciones. Es imperioso que todos y todas reconozcamos la urgencia de actuar y trabajar juntos y juntas para proteger el tesoro natural, cultural y económico que es la Región de Valparaíso.