Columna de Patricio Valdivia, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica.
El proceso de adjudicación del litio es un tema complejo de tratar y en la última semana ha tenido varios antecedentes que la ponen en la esfera pública. Primero, el presidente Sebastián Piñera dio a conocer que las empresas BYD Chile SpA (pertenecientes a la empresa china ByD, fabricante de baterías y soluciones integradas de energías renovables), y Servicios y Operaciones Mineras del Norte S.A. se adjudicaban la licitación para explotar el mineral. No obstante, en un giro inesperado, la Corte de Apelaciones de Copiapó dictó una orden de no innovar y suspendió el proceso que busca la explotación, exploración y beneficio de este recurso natural.
El procedimiento como se muestra no asegura que se avance en un modelo de desarrollo sustentable de la industria del litio en Chile. Si bien no conocemos los detalles de las propuesta actuales o futuras, en el llamado a licitación no estuvo considerado el desarrollo de I+D, ni royalty como consecuencia de la explotación del recurso. Se mantiene, de esta manera, el modelo extractivista de explotar recursos naturales sin agregar valor y la dificultad de transitar a una economía basada en el conocimiento.
Cabe mencionar que Bolivia (17%) y Argentina (18%) dan cuenta del 35% del total del mineral, mientras que Chile posee el 16%. Nuestro país, además, tiene la ventaja de contar con el salar de Atacama, una de las zonas con mayor potencial y competitividad a nivel global para su extracción.
Es por ello que preocupa la falta de un compromiso concreto por parte de la autoridad y de las empresas de agregar valor a la explotación. Si la licitación se mantiene como está, se entregará una vez más un mineral, tal como ha pasado con el cobre, a productores para que desarrollen su propia economía.
Solo para entregar un antecedente concreto, Bolivia licitó el litio y construye, apoyados de una empresa alemana, una fábrica de baterías en su país. Esto es una muestra clara de generar una producción que aporta valor al mineral.
El conocimiento está en nuestro país. Planteles como la USM, U. de Antofagasta, entre otras, han aportado en investigación y conocimiento en este tema, por ejemplo, en la generación de electrodos de litio para electromovilidad. Es por ello, que no se comprende que no se promueva la generación de valor en esta licitación y que no haya coherencia entre la política pública de avanzar en el desarrollo de energías limpias, versus la promoción de la explotación sin pensar en un desarrollo sostenible de nuestro país.