Antonio Montero-Dorta, profesor y experto en astrofísica de la USM indica que “La misión de DART contra el asteroide Dimorphos, nos aportará datos muy valiosos.
La NASA ha lanzado la misión Doble Prueba de Redirección de Asteroides (DART, por su sigla en inglés) desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 4 de la Fuerza Espacial Vandenberg en California, Estados Unidos. El experimento busca crear una defensa para prevenir un posible impacto catastrófico de un asteroide contra la Tierra a través del desvío de su trayectoria.
La nave, del tamaño de un refrigerador, impactará a 24.000 kilómetros por hora al asteroide Dimorphos (similar en tamaño a una de las pirámides de Giza y que no resiste peligro para la Tierra) en septiembre u octubre de 2022, dado que el asteroide objetivo se encuentra a 9,6 millones de kilómetros de la Tierra.
El experimento se constituye como el primero en la historia en intentar proteger a la Tierra con este tipo de tecnología y sería fundamental de necesitarlo en el futuro. Antonio Montero-Dorta, profesor y experto en astrofísica de la USM indica “La misión de DART contra el asteroide Dimorphos, nos aportará datos muy valiosos sobre el ángulo, la masa y la velocidad óptimas para el desvío de asteroides por esta técnica de impacto cinético. Pese a que Dimorphos no es, por su trayectoria y distancia, peligroso para la Tierra, sus dimensiones coinciden con el tamaño mínimo considerado por los expertos para que pueda darse un escenario catastrófico”.
Nuevas tecnologías
El experto también explica científicamente cómo funcionará la misión “el principio físico en el que se basa DART es extremadamente simple: la conservación del momento lineal (magnitud vectorial igual a la masa multiplicada por la velocidad). En un sistema aislado (que no esté sometido a ninguna fuerza externa neta), esta cantidad física debe mantenerse constante antes y después de una colisión. El impulso proporcionado por una sonda espacial puede, de esta manera, utilizarse para modificar la trayectoria de un asteroide”
Cabe destacar que, actualmente, no se conoce ningún asteroide cuya trayectoria y tamaño lo haga peligroso para la vida en la Tierra durante los próximos cien años “sin embargo, tampoco se conocen todos los asteroides del Sistema Solar… Pese a que una sonda como DART sería absolutamente inofensiva para un “destructor total” como el que se cree causó la extinción de los dinosaurios (¡de unos 10 km de diámetro!), los resultados de este test son importantes para nuestra supervivencia como especie” concluye el experto en astrofísica.