Cada 10 de agosto, desde 2009, se celebra oficialmente en nuestro país el Día del Minero tras promulgarse en esa fecha como Ley de la República el festejo, mismo día que el santoral católico celebra a San Lorenzo, reconocido como patrono de los mineros y que da origen a la celebración.
Chile sin lugar a dudas, es reconocido en el mundo entero como un país de alta productividad minera sobresaliendo por cierto la extracción cuprífera, una de nuestras principales riquezas.
La actualidad minera en estos tiempos se ve muy prominente. Destaca especialmente la alta demanda del metal rojo en particular por las potencias asiáticas, tales como Corea del Sur, Japón y especialmente de China, que basa su economía en la fabricación de autos, barcos y hardware para computadores, lo que requiere de gran cantidad de toneladas de cobre cada día.
Otra buena noticia que resalta en este sector es la inclusión de la mujer en la minería particularmente a partir de la década de los noventa. Inicialmente en cargos administrativos, hoy es posible ver ingenieras, operadoras de camiones fuera de carretera y en diversos otros cargos históricamente masculinizados.
Destaca también el caso de la minera El Abra ubicada en Calama, primera minera privada en cumplir con la Norma Chilena 3262 de 2012 de Igualdad de Género, Conciliación de la Vida Laboral, Familiar y Personal. La certificación, obtenida por la compañía en 2020, supone la promoción del ejercicio de los derechos de maternidad/paternidad y la correcta regulación de procesos de prevención, sanción y resguardo de la información en casos de acoso laboral y/o sexual. A pesar de la pandemia que ha afectado en gran medida a los trabajadores en nuestro país y el mundo, hechos como estos alegran y dan esperanza de un mejor futuro para el sector alentando a los mineros a festejar su día.
Fueron los propios mineros que lucharon por que se reconociera oficialmente su celebración, en el día en que el santoral católico dedica a San Lorenzo, patrono de los mineros. Resulta útil entonces, ir al origen del festejo.
Según la iglesia, Lorenzo fue apresado por orden del emperador Valeriano, exigiéndole la entrega de todos los bienes que esa institución religiosa poseía y que él administraba. Pese al peligro el diácono pidió a la autoridad tres días para reunirlos, tiempo durante el cual enterró los metales preciosos y demás objetos de la iglesia; reunió a los pobres, ancianos y enfermos y los presentó ante Valeriano como el verdadero tesoro de la Iglesia. El emperador, ofuscado, lo condenó a morir en una parrilla ardiente lo que ocurrió, dice la iglesia, el 10 de agosto del año 258 d.C.
A pesar de tan horrible sentencia, se dice que Lorenzo nunca reveló el lugar donde habían quedado bajo tierra esos bienes. De allí data el hecho que los mineros lo tomaran como patrono. Muchos hasta hoy, se persignan ante su figura al ir a sus labores mineras, pidiéndole protección. Haciendo suya esa historia, lucharon consiguiendo finalmente reconocimiento oficial para dedicar el 10 de agosto al Día del Minero en Chile.
¡Feliz Día del Minero!
