Columna de opinión de Carolina Erices, profesora del Departamento de Ingeniería Comercial.
En el actual panorama económico, las cifras actúan como notas en una partitura que guía una compleja sinfonía financiera. A veces, estas cifras sorprenden gratamente, como un inesperado acorde que ilumina la melodía. Esto se refleja en el reciente aumento del crecimiento económico, que resuena como una nota alta y poderosa que supera las expectativas, creando un hermoso crescendo en nuestra economía.
En julio pasado, la economía sorprendió a los agentes económicos al superar las expectativas, similar a un repentino cambio de tono en una sinfonía. Se esperaba un modesto crecimiento del 1.2%, pero la economía alcanzó un interesante 1.8%. Este resultado, el más alto desde junio de 2022, pinta un panorama mucho más alentador de lo anticipado, elevando la melodía económica a nuevas alturas.
El sector de servicios, especialmente los servicios educativos, destacó en este crecimiento inesperado, con un impresionante aumento del 3.9%. La producción de bienes también se sumó a la sinfonía económica con un sólido 3% de crecimiento, impulsado en gran medida por la generación eléctrica. A pesar de algunos obstáculos en la industria y la minería, el crecimiento en general superó las expectativas.
¿Qué podemos deducir de esta inesperada alza? En primer lugar, es un recordatorio de que la economía es tan impredecible como una partitura de música. Aunque estas cifras alentadoras parecen ser las notas iniciales de una melodía prometedora, es crucial mantener la prudencia, ya que los analistas proyectan una posible disminución en el IMACEC de agosto, creando una pausa en la música económica con oscilaciones entre el -0.3% y el 0%. Las cifras anuales positivas no serán evidentes hasta septiembre y el último trimestre del año, cuando todos los aspectos económicos se unan en armonía. La economía es como una sinfonía compleja con múltiples instrumentos y un solo aumento inesperado no garantiza el éxito continuo.
El reciente aumento del IMACEC es comparable a un cambio inesperado en el ritmo de una sinfonía. Las previsiones de una contracción en el Producto Interno Bruto (PIB) se están revisando y varían desde 0% hasta -0.75%, creando un efecto similar a un crescendo que comienza suavemente y luego se vuelve más sombrío. A pesar de la incertidumbre, el panorama actual es más optimista en comparación con las expectativas anteriores de una disminución del 1.5%.
A pesar de la incertidumbre sobre el futuro económico, podemos pensar en la economía como una partitura. Esta melodía económica, con sus altibajos, nos permite mirar hacia adelante con serenidad y esperanza, similar a disfrutar de un concierto en el que desconocemos la próxima nota, pero confiamos en que la música continuará.