Profesionales del Mineduc visitaron la Sede Viña del Mar y ofrecieron una charla a algunas de las principales autoridades universitarias sobre los alcances de la legislación que busca garantizar un acceso inclusivo y de calidad a los estudiantes autistas.
Con el objetivo de interiorizarse en los alcances de la Ley de Autismo, la comunidad sansana participó de una charla dictada por profesionales del Ministerio de Educación en la que se abordaron algunas de las principales aristas de esta legislación y sus interacciones con las instituciones de educación superior.
Organizada por la Dirección Académica y el Departamento de Bienestar Estudiantil de la Sede Viña del Mar, la ponencia contó con la presencia de Marcela Villegas y Nicole Ojeda, profesoras diferenciales y trabajadoras del Mineduc quienes expusieron ante diversas autoridades académicas y administrativas de la casa de estudios.
Al respecto, la jefa del Departamento de Bienestar Estudiantil, Claudia Oyarce, se mostró satisfecha de haber coordinado esta instancia, así como de su alta convocatoria. “Es sumamente relevante que, como universidad, podamos interiorizarnos en estas materias, lo que nos permite ir mejorando la prestación de nuestros servicios y que, a su vez en el aula, se puedan trabajar las mejoras debido a las diversas características de nuestros estudiantes”, señala.
Presente también en la actividad, la directora de Relaciones Estudiantiles, Cecilia Reyes, comentó que “como cualquier institución de educación superior, necesitamos estar atentos a las leyes relacionadas a la neurodivergencia. Las nuevas generaciones han cambiado y el tema del autismo en particular es algo que hoy en día está mucho más visibilizado, por lo que tenemos que prepararnos para integrarlos. Si no lo hacemos, entonces no estamos siendo realmente inclusivos”.
La Ley 21.545, promulgada en marzo de 2023, tiene como objetivo asegurar el derecho a la igualdad de oportunidades y resguardar la educación social de los niños, niñas, adolescentes y personas adultas con trastorno del espectro autista, además de eliminar cualquier forma de discriminación.
En el ámbito educativo, la legislación busca que se generen las condiciones necesarias para el acceso, participación, permanencia y progreso de niños, niñas, jóvenes y adultos autistas a lo largo de sus trayectorias educativas.
“Uno de los focos de mayor tensión es el acceso de estudiantes autistas a la educación superior. Gran parte de ellos, presentan dificultades y barreras para participar y desarrollar sus procesos de aprendizaje e ingreso”, señaló Marcela Villegas, profesional de la División de Educación General DEG, del Ministerio de Educación y una de las impulsoras de la ley.
En ese mismo sentido, la profesora diferencial explica que el aspecto más complejo al que se enfrentan los estudiantes autistas es a la permanencia y que los índices de deserción, al no encontrarse las condiciones óptimas para garantizar su continuidad en la educación superior, sean demasiado altos. “El acceso está relativamente garantizado, pero los apoyos durante la trayectoria para cumplir con los perfiles de egreso, es algo que se debe revisar dada la nueva normativa que indica la necesidad de hacer ajustes razonables y pertinentes para que el estudiantado autista pueda transitar efectivamente y cumplir sus proyectos de vida”.
Nicole Ojeda, encargada de inclusión de la División de Información y Acceso de la Subsecretaría de Educación Superior, comentó al respecto que “el tema de la inclusión es un desafío entendiendo que, aunque existen varios lineamientos, no son específicos para la educación superior, por lo que avanzar a través de la Ley 21.545 permite entender formas de responder a la diversidad de estudiantes que hay dentro de las aulas a través de la información y la sensibilización sobre esta realidad”.
Finalmente, Villegas cursó una invitación a “construir comunidades educativas inclusivas”, pero haciendo hincapié “en el aprendizaje”. “Es importante trabajar en favor de los logros de los proyectos académico de cada uno de los estudiantes, porque el fracaso y la deserción no solo impacta en estos, sino que en todo el grupo familiar y también de las instituciones de educación superior. Hay situaciones de vulnerabilidad y vulneración que las casas de estudio, en el contexto de la nueva ley, deberá hacerse parte”, sostiene la especialista.