Gracias a proyecto Fondef financiado por ANID, investigadores de la USM y de la PUCV, se encuentran trabajando en la tecnología que se transferirá a empresas que desarrollarán el producto y lo distribuirán, velando así por una agricultura sustentable.
En su etapa de diseño se encuentra la planta piloto de extracción de resinas que se utilizarán para la generación de biopesticidas cuyo propósito es controlar la bacteria Pseudomonas syringae pv. actinidae (PSA) en el cultivo del kiwi que produce la enfermedad del cancro bacteriano, la cual es de rápida dispersión y agresividad y responsable de importantes pérdidas en la producción mundial de esa fruta.
La tecnología se está desarrollando gracias a un proyecto Fondef financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) que persigue escalar y validar una nueva generación de bactericidas naturales en base a exudados resinosos de plantas nativas de Chile, trabajo que se encuentra ejecutando un equipo de investigadores de ambas casas de estudio.
Sobre los avances de esta investigación, la directora alterna del proyecto Dra. Katy Díaz investigadora de la USM, comentó que en mayo pasado comenzó a desarrollarse la iniciativa del escalamiento, mientras que en noviembre se llevó a cabo el lanzamiento con un acto realizado en la Forestal San Lucas en Olmué donde participaron miembros de la academia, empresarios y agricultores.
Dentro de las particularidades del nuevo biopesticida es que, además de servir para controlar la enfermedad que afecta a los kiwis, se ha detectado que tiene efecto para detener otras enfermedades, “porque no solo ayuda a controlar la PSA, sino que serviría para controlar distintos patógenos de importancia para los agricultores (bacterias y hongos)”, precisó la investigadora, aportando así a una agricultura más sustentable con soluciones amistosas con el medio ambiente.
El equipo de investigadores lo componen, además de la Dra. Díaz, quien se encarga de la parte biológica, ensayos en terreno y pruebas biológicas de la bacteria; el Dr. Rolando Chamy, director del proyecto; Dr. Alejandro Madrid, investigador principal; la Dra. María Isabel Chávez y el fitopatólogo Ernesto Vega.
Trabajo conjunto
Con relación al trabajo conjunto que se está llevando a cabo entre las universidades, empresarios y agricultores, la investigadora detalló que “existe interés y compromiso de la empresa privada en invertir en la investigación. Por un lado, Botanical Solution que trabaja con el cultivo in vitro de quillay como biopesticida orgánico, quiere incluir en su portafolio de productos las formulaciones que provienen del cultivo de estas plantas, en tanto la empresa Sanatrade se encargaría de la distribución. Ambas son inversionistas en esta investigación”.
La idea es que una vez que esté terminado el prototipo de la planta de extracción de resinas, se haga la transferencia tecnológica a Botanical Solution, cuya particularidad es que trabaja con plantas in vitro, por lo que la producción de esta especie nativa podría crecer más rápido y en corto tiempo.
El prototipo se está trabajando en el Núcleo de Biotecnología de Curauma de la PUCV y las pruebas biológicas y cultivo in vitro en el laboratorio de pruebas biológicas del Departamento de Química de la USM, mientras que el bactericida natural se comenzará a aplicar pronto en cultivos de kiwi que autorice el Servicio Agrícola Ganadero (SAG).
Patentes
Por otro lado, la Dra. Katy Díaz dijo que en la actualidad se encuentran a la espera de la concesión de dos patentes de invención que surgieron en un primer proyecto financiado por Corfo entre el 2014 y el 2017 que buscaba la creación de nuevos biopesticidas que ayudó a la generación del bactericida en base a estas plantas.
“Las patentes de invención buscan resguardar, por un lado, la información de las resinas que controlan la bacteria y, por otro, los compuestos que componen las resina y que serían los ingredientes activos encargados de hacer la acción de controlar la bacteria. En la actualidad estás patentes están siendo tramitadas por la USM en INAPI (Instituto Nacional de Propiedad Industrial) y examinadas a nivel internacional”, indicó la académica USM.