Los puntos de inicio, las expectativas político sociales del estallido en Chile y las consecuencias en la salud mental fueron los tres puntos de vista profesionales desde donde se analizó el pasado, presente y futuro del país.
En el marco del Ciclo de Seminarios Virtuales que realiza la de Red de Universidades Públicas agrupadas en el G9 y a la que pertenece la Universidad Técnica Federico Santa María, se realizó el seminario “Tres miradas sobre una crisis no prevista. Chile, 2019-2021”, encuentro que congregó a destacados expositores para analizar el origen y las repercusiones de la crisis social, política y sanitaria que afecta a nuestro país.
Aliro Bórquez, presidente de G9, dio la bienvenida a sus pares, los integrantes de la Red de Universidades Públicas No Estatales, y planteó las interrogantes iniciales del panel: que la crisis social en Chile no fue sólo un hecho puntual. “Su origen y sus repercusiones, ambas abarcan amplios bloques de tiempo, hacia el pasado y hacia el futuro. Además, entretejen múltiples factores que conversan, chocan entre sí, con raíces incluso planetarias. ¿Estaba anunciado lo que acontecería en los últimos dos años?”, expresó la autoridad universitaria.
El Dr. Jorge Pinto, Premio Nacional de Historia 2012 y director del Instituto Ta Iñ Pewam de la UCT instaló la temática general en su exposición introductoria. “De algún modo creo que la soberbia nos impidió prepararnos para lo que era un secreto a voces: un descontento generalizado de la población, que como yo decía, no se extendió a todo el planeta. Muchas frustraciones que se tradujeron en un descontento generalizado. En el caso de nuestro país, el arcoíris se perdió en la bruma y las promesas incumplidas de los gobiernos siguientes no fueron generando un clima cada vez más enrarecido que acumuló muchas tensiones, excesivas tensiones, y lamentablemente la clase política no midió los efectos que podrían tener estas tensiones en el futuro cercano”, dijo el historiador y académico.
En este seminario virtual también participó María Inés Picazo, doctora en Ciencia Política y directora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Concepción (UdeC), quien habló de las políticas públicas en el marco de las crisis en Chile. En este marco, Picazo calificó la preparación ante crisis como deficiente, aseguró que el Gobierno ha demostrado pánico ante situaciones críticas y que el venidero proceso constituyente para una nueva carta magna implica tres desafíos: el tiempo reducido para lograrlo, la naturaleza ecléctica de la convención constituyente y la necesidad de asegurar la participación ciudadana del proceso. “No vayamos a convertir también esta asamblea en esos espacios cerrados, hay que devolver la discusión de la Constitución, de su contenido, a espacios como los cabildos que se dieron con la explosión social”, indicó la académica UdeC.
Por su parte Mariane Krause, doctora en Psicología y decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) abordó la crisis desde el punto de vista de la salud mental en el país, ante lo cual presentó diversos estudios longitudinales en Chile, los que reflejan los temores al contagio y la situación económica, un degradado estado de ánimo, los síntomas de la depresión y una revisión a los grupos de riesgo, los cuales sorprendentemente se destaca en los jóvenes. «Son el grupo etario con mayor sintomatología psicológica, en estudios chilenos y también en todos los estudios del resto del mundo (…) y esto dice relación con su etapa del desarrollo, están en una etapa en que requieren del contacto con los pares y que además su proyecto vital está en desarrollo, y por supuesto que en un contexto de amenaza e incertidumbre es bastante difícil desarrollar un proyecto vital», explicó la experta.
Fuente: G9