Silvana Cominetti, ingeniera civil y actual presidenta del Instituto de Ingenieros de Chile, es la primera mujer en liderar el organismo y se muestra orgullosa de haberse formado profesionalmente en la USM.
En la sesión de directorio desarrollada en el mes de marzo, el Instituto de Ingenieros de Chile eligió un nuevo liderazgo para la entidad, quedando éste en manos de la primera mujer en la historia del organismo que ocupa este cargo: Silvana Cominetti.
Ingeniera Civil de la Universidad Técnica Federico Santa María, posee una destacada trayectoria académica y profesional, abriendo caminos para las mujeres en los diversos cargos que ha ocupado. “Lo que yo busco es que el hecho que sea una mujer la que ostenta un cargo, no sea la noticia relevante; eso debe pasar a ser lo normal. Me quedo conforme cuando tras de mí comienzan a asumir los diferentes puestos, de manera indistinta, mujeres y hombres. Así ha ido ocurriendo y me siento muy satisfecha con ello”, comenta Cominetti.
Su vínculo con la ingeniería y la USM comienza desde joven, cuando su padre, ingeniero civil del Politécnico de Milán, expresaba a sus hijos el sueño de que alguno estudiara en las dependencias de la Universidad. Silvana Cominetti cuenta que “en 1972 ingresó a la USM mi hermano Paolo, y yo ingresé un año después. Hubo una mezcla de admiración por la Universidad, transmitida por nuestro padre, mi gusto y facilidad por las matemáticas y la física, y el sentir que no podía ‘ser menos’ que mi hermano, por saber que las mujeres somos tan capaces como los hombres en todo orden de cosas”.
¿Cómo evalúa la formación que tuvo durante sus años de pregrado?
Estoy muy conforme con la formación extremadamente rigurosa y seria, muy exigente, que la Universidad nos entregó. Era lo que yo efectivamente buscaba y se adecuó muy bien a mi personalidad. Sin embargo, mirando hacia atrás, creo que me faltó desarrollar más ciertas habilidades transversales, que finalmente fui adquiriendo a lo largo de mi profesión. Pero lo fundamental, me fue entregado por la universidad.
¿Cuáles herramientas entregadas por la USM destacaría?
Principalmente, el rigor por la búsqueda de soluciones con base en la evidencia científica, la disciplina, la capacidad de auto aprender y la ética. Estos elementos me han permitido avanzar en mi desarrollo profesional, tomando cada desafío con seriedad y esforzándome al máximo, para dar lo mejor de mí.
¿Cómo ve el posicionamiento actual de la Universidad?
La Universidad está muy bien posicionada, con altos niveles de investigación de calidad. Mantiene su prestigio y es muy atractiva para los jóvenes, porque además se han desarrollado temas de innovación y emprendimiento relevantes. En muchos casos, al ver lo que se está haciendo, me dan ganas de haber entrado a estudiar ahora, pues siento que yo podría haber desarrollado esas competencias y haber aprovechado las oportunidades que hoy se tienen y que a muchos les parecen normales. Sólo a modo de ejemplo, hoy existen muchas alternativas de intercambio estudiantil que antes no teníamos.
¿Qué significa para usted liderar el Instituto de Ingenieros de Chile?
Liderar el Instituto es un gran honor y una enorme responsabilidad, por lo que éste significa y por el rol que ha tenido en el desarrollo del país. Desde hace 134 años, el Instituto aporta con estudios profundos en temas relevantes como Energía, Minería, Aguas, Ambiente, Gestión de Riesgos de Desastres, Formación de Ingenieros, Ética e Ingeniería, Seguridad y muchísimos otros temas que han aportado a la toma de decisiones y a las políticas públicas en diferentes momentos del país. Me gusta indicar que probablemente el Instituto de Ingenieros de Chile es el primer think tank que existe en el país, pues se conforman Comisiones de Estudio en que un grupo de expertos analiza problemas y temáticas específicas, entregando propuestas de gran valor.
Quiero invitar a los ingenieros de la USM a ser parte del Instituto de Ingenieros de Chile. Es muy reconfortante y satisfactorio entregar la experiencia, el saber y las opiniones en grupos de personas expertas, que se reúnen a pensar, solamente con la retribución de saber que estamos aportando, desde nuestra vereda, a mejorar nuestra sociedad y nuestro país. Es lo mínimo que podemos hacer para agradecer las oportunidades que hemos tenido, de poseer la capacidad y la posibilidad de estudiar una carrera de ingeniería en una universidad de alto prestigio. No todo se traduce en una retribución material, esto realmente llena el alma.
¿Algún consejo para los sansanos que están estudiando y para los que están comenzando su vida profesional?
Me cuesta dar consejos, pues solamente lo que yo pueda decir será en base a la experiencia de vida que yo he tenido. Mirando hacia atrás, creo que es importante ser humilde, reconocer que sabemos muy poco –la Universidad nos entrega las herramientas para seguir aprendiendo y un pensamiento lógico y maduro que nos permite abordar los problemas de una manera estructurada y sistémica– por lo que debemos seguir aprendiendo permanentemente. Con humildad podremos reconocer que debemos aprender de todas las personas, cualquiera sea su condición y preparación. A veces lo hacemos de quienes nunca nos imaginamos. Lo importante es estar abiertos y no prejuzgar.
La sansana y hoy presidenta del Instituto de Ingenieros Silvana Cominetti concluye, a medida de reflexión, señalando que “creo relevante plantear la importancia de trabajar por el mero gusto de hacerlo, y no en función de una remuneración material. Que el resultado de nuestro trabajo sea la satisfacción del trabajo bien hecho. La justa remuneración vendrá después, como resultado de ello”.