Desde reciclatones hasta limpiezas de playa realiza esta agrupación de estudiantes que proyecta para este año la ampliación de sus puntos de reciclaje.
Más de 30 estudiantes de diversas carreras de la Universidad Técnica Federico Santa María dan vida a Ecosansano, iniciativa cuyo propósito es aportar al cuidado del medio ambiente a través de diversas actividades que persiguen transformar la conciencia ambiental de la comunidad universitaria.
Desde reciclatones hasta limpiezas de playa realizan los jóvenes y su próximo objetivo es ampliar sus puntos de reciclaje y, además, aumentar el compromiso sustentable en cada rincón del campus.
Al respecto, el coordinador general de Ecosansano, José Astudillo de la carrera de Ingeniería Civil Ambiental explica que “nuestra misión es movilizar a la comunidad universitaria y también a la ciudadanía hacia un desarrollo más sostenible y respetuoso con la vida y su biodiversidad”.
Una forma de movilizar y hacer participar a estudiantes, funcionarios y profesores es el desarrollo de reciclatones, jornadas abiertas para reunir residuos reciclables como papel, cartón, boletas de tiendas y pasajes, botellas plásticas, ecoladrillos, entre otros. “Las reciclatones las hacemos cada dos meses, aunque todo depende del tiempo que tengamos los voluntarios. Todos somos estudiantes, con exámenes y trabajos, así que coordinamos según disponibilidad”, comenta el coordinador.
Asimismo, el área de difusión lleva a cabo talleres para enseñar a fabricar ecoladrillos y bolsas reutilizables, organiza ferias medioambientales con pymes sustentables y ofrece charlas sobre vida sustentable y economía circular en colegios y universidades.
Otra exitosa actividad que efectuaron recientemente fue una limpieza de playa en Caleta
Portales, con más de 100 personas convocadas en conjunto con otras universidades y ONGs como Fundación Cidemar. “Fue una jornada increíble. Esperamos repetir algo así pronto y, quién sabe, quizás limpiar más que solo playas”, dice Astudillo.
Y, aunque ya lograron instalar un punto limpio de papel en el Hall del Edificio C, aún sueñan con ampliar el tipo de residuos que pueden recolectar. “Queremos diversificar la capacidad de reciclaje e instalar más contenedores para latas y plásticos. Para eso postulamos a fondos concursables”, agrega.
Ingenieros y una misión común
Ecosansano está formado por cerca de 35 estudiantes de diversas carreras, aunque, como detalla Romina Oyarzún, secretaria de la agrupación y también estudiante de Ingeniería Civil Ambiental, la variedad es una gran fortaleza: “Tenemos compañeros de Ingeniería Civil Ambiental, pero también de otras carreras como Química e Industrial. Esa mezcla de visiones es súper útil para lo que hacemos”.
Desde construir contenedores hasta clasificar residuos peligrosos, la formación académica de los integrantes ha permitido darle un enfoque técnico y estratégico a las acciones del grupo. “Tenemos compañeros que estudian gestión ambiental y eso nos da mucha base para entender qué residuos son reciclables y cuáles no”, agrega.
Sueños
Dentro de sus anhelos, Ecosansano espera lograr una cultura de reciclaje realmente arraigada. “Queremos ver distintos contenedores en toda la universidad, bien categorizados, y que la gente sepa perfectamente qué va en cada uno. Eso sería un sueño hecho realidad”, reflexiona el coordinador. También ven con buenos ojos la posibilidad de establecer alianzas con espacios clave como el casino y kiosco, aunque reconocen que el manejo de residuos orgánicos requiere tiempo, personal y una buena planificación para evitar problemas como plagas.
A pesar de las limitaciones de tiempo y recursos, el grupo se las arregla para mantener una estructura sólida, con reuniones mensuales y comunicación constante entre los encargados.
