Un verdadero hito en la industria eléctrica marcó empresa RHONA al construir equipo de cerca de 140 toneladas, el que fue trasladado a la Región de O´Higgins para formar parte de tres parques eólicos. Equipo de trabajo estuvo compuesto por varios sansanos, poniendo el sello USM en la tecnología.
Un verdadero hito en la industria eléctrica nacional marcó la fabricación del transformador eléctrico más grande realizado en el país. El trabajo fue desarrollado por la empresa regional RHONA que llevó adelante el proyecto de la compañía Statkraft Chile que levanta tres parques eólicos en Litueche, comuna de la Región del Libertador Bernardo O’Higgins.
El equipo, cuyo peso se acerca a las 140 toneladas, es de 133 MVA (megavoltamperio) en su potencia máxima con voltajes de 110/23 kV y con cambiador de derivaciones bajo carga, el cual será el encargado de elevar el nivel de tensión nominal de los parques para posteriormente evacuarla por la línea de transmisión hasta la subestación de distribución Quelentaro, encargada de entregar la energía al Sistema Eléctrico Nacional.
Los profesionales de RHONA, Carlo Savoy y Julio Quezada, gerente industrial y gerente de ingeniería, respectivamente, lideraron el diseño y fabricación del transformador, el que tomó cerca de un año en su construcción.
Génesis
Al enterarse del proyecto y luego de estudiar las especificaciones del transformador, los profesionales de RHONA efectuaron una ingeniería básica de los componentes del equipo, analizando la factibilidad de desarrollarlo con los instrumentos de la empresa y, de la misma forma, haciendo contacto con proveedores para asegurar los suministros y plazos.
Así, después de comprobar que podrían construir el transformador – tomando en cuenta que habían fabricado un equipo de 90 MVA – se adjudicaron el proyecto, terminándolo casi un año después, el cual ya se encuentra instalado en Litueche.
En el concurso de adjudicación, RHONA se midió con variadas empresas extranjeras. Carlo Savoy explicó que “compitieron con empresas de Brasil, Europa y China, principalmente, donde la calidad y servicio postventa fueron fundamental a la hora de la elección, además del precio”.
Proceso
Para la construcción del transformador se contó con la participación de una gran cantidad de personal de la empresa, ingenieros mecánicos, eléctricos, profesionales de abastecimiento en la primera parte de compra de insumos y ya en la fábrica el trabajo de múltiples secciones.
En este sentido, Julio Quezada reveló que toda la maquinaria se desarrolló en la casa matriz de Viña del Mar, siendo así “ingeniería 100% chilena y de RHONA”.
En relación a los desafíos que implicaron construir una máquina de esta magnitud, Carlo Savoy dijo que el “know how”, toma una importancia relevante en estos procesos, ya que no basta solo con una buena base de ingeniería sino que se requiere una gran experiencia de todos los colaboradores para llevar a cabo la construcción del equipo, el cómo hacer las bobinas, el ejecutar de forma correcta la soldadura para que no queden poros, el plegado de las planchas, el armado de núcleo etc. son procesos de suma relevancia donde personal capacitado se asegura de que cada pieza quede de la manera como fue proyectada”.
Sello USM
El nombre RHONA es un acrónimo de los apellidos de sus fundadores: Eduardo Reitz, José Hornauer, Juan Hornauer, Jorge Neuweiler y Luis Aspillaga, todos ex alumnos de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM).
Los profesionales que trabajan en la empresa comparten un espíritu y un sello de quienes en la época de los años 40 se unieron para levantar lo que es hoy el mayor fabricante de transformadores en Chile.
El gerente de ingeniería indicó que “el sello principal inculcado es la vocación por el trabajo bien hecho, es entregar soluciones óptimas desde el punto de vista económico, pero sin escatimar en la confiabilidad que debe tener un equipo de potencia, ya que éste siempre está asociado a procesos o a consumos que son críticos para la sociedad”.
Añadió que “dada la cercanía con la USM tenemos una gran cantidad de profesionales ex alumnos de esta casa de estudios, mayoritariamente ingenieros civiles electricistas. Quienes han demostrado buena comprensión de los conceptos eléctricos y mecánicos asociados a nuestra industria”.
Finalmente, puntualizó que “la formación del profesional en esa universidad considera varios laboratorios, entre éstos el de alta tensión que, a nuestro entender, es el único en Chile lo que le permite madurar y comprobar la teoría con ensayos, lo cual es muy valioso al momento de diseñar equipos, sobre todo cuando se enfrentan a una maquinaria sin precedentes como la que acabamos de suministrar”.
Valoramos la permanente vinculación que ha existido entre la Universidad Técnica Federico Santa María y la Empresa RHONA, lo que resulta de gran importancia para apoyar el fortalecimiento de las aéreas productivas del país.