Desde hace algunos años, nuestro país ha sido protagonista de un cambio cultural que por décadas, se negaba a ponderar. Hoy, la voluntad de avanzar en temáticas de equidad de género no solo es visible sino también reconocible en números y estadísticas. Sin ir más lejos, la historia de nuestro país da cuenta de dos gobiernos presididos por una mujer; contamos, desde el 2018, con un Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género; existen tres rectoras al mando de prestigiosas universidades nacionales y, este año, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología, se promulga la Política Nacional de Igualdad de Género en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI), por nombrar algunos hitos relevantes.
Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer. Si bien el 70% de las universidades chilenas posee una Dirección o Unidad de Género, solo un 38% de las Jornadas Completas Equivalentes (JCE) en cargos académicos son ocupadas por mujeres; el 22% corresponde a profesorado titular y un 29% a profesoras asociadas, según los datos recogidos por la Radiografía de Género en CCTI 2020 del Ministerio de Ciencia.
En el caso de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), institución que por su tradición ingenieril siempre ha sido masculinizada, hasta el año 2020 la representación femenina en doctorado alcazaba un 37,8%, un 14% del personal académico, el 4% del profesorado titular y, solo un 4,2% de autorías en publicaciones indexadas. Para ser justos, estos números afortunadamente han ido cambiando con el tiempo y hoy contamos con una “Política de Diversidad, Inclusión y Enfoque de Género” que es parte del Plan Estratégico Institucional 2020-2024. Otro hito destacable es que por primera vez desde este 2021, contamos con una vicerrectora.
Este año rompimos otra barrera importante para avanzar en temas de género. Somos una de las dos universidades de la quinta región que se adjudicó el proyecto InES de Género en I+D de ANID que, sin lugar a dudas, contribuirá en la aceleración del tan necesario cambio cultural en las universidades y, más específicamente, en cómo se hace investigación en nuestro país; más allá de la moda, como pueden pensar algunos, avanzar en equidad de género es un derecho transversal, humano y necesario para avanzar al desarrollo en igualdad de condiciones. Éste proyecto nos permitirá además generar y analizar datos y estadísticas del Observatorio de Género de la USM creado en el 2017, información que a su vez alimentará al Observatorio del Sistema de CTCI de la Subsecretaria del Ministerio de Ciencia.
Según datos de ANID, el porcentaje de mujeres en I+D es del orden del 39%, número que se ha mantenido estable los últimos 10 años. Asimismo, se comprobó que en todas las regiones del país, el porcentaje de mujeres en I+D es menor que el de hombres, destacándose regiones como Valparaíso y O`Higgins (34%). Dicha situación se replica en el liderazgo de proyectos, solicitudes de patentes y publicaciones en revistas indexadas (WoS). Por eso, es tan relevante la promulgada Política de Género en CTCI, y los adjudicados proyectos InES de Género en I+D, en la generación y desarrollo del conocimiento.
Lograr la igualdad de género no es solo uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que impulsa la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es un derecho fundamental para el desarrollo y la paz, para construir una mejor sociedad. Este gran desafío nos invita a avanzar unidas y unidos sin retroceder, apoyándonos con herramientas y colaboraciones. Tenemos el compromiso de dejarles a nuestros hijos e hijas un futuro mejor, en el que se brinden a mujeres y hombres las mismas oportunidades, condiciones y tratos, sin dejar de lado las particularidades de cada uno, que es el respeto es universal.
