Columna de opinión de Bruno Dondero, director sede Viña del Mar USM y Ricardo Cahe, director académico sede Viña del Mar USM.
El 26 de agosto celebramos el Día de la Educación Técnico Profesional, una oportunidad para reflexionar sobre el rol esencial que esta formación cumple en el desarrollo de la sociedad y economía en nuestro país. En la sede Viña del Mar de la Universidad Técnica Federico Santa María, tenemos una amplia tradición de generaciones de técnicos universitarios altamente competentes, lo que nos hace sentir orgullosos de contribuir al progreso industrial y tecnológico de Chile.
Es importante destacar algunas cifras que reflejan la relevancia de la educación técnico-profesional en nuestro país. Según estudios recientes, 3 de cada 4 empleos en Chile requieren habilidades técnicas y profesionales específicas. Sin embargo, a pesar de esta alta demanda y según cifras conocidas, existe un déficit notorio de técnicos necesarios para satisfacer las necesidades laborales actuales.
Esta disparidad entre la demanda y la oferta no solo resalta la oportunidad de crecimiento personal y profesional que representa la educación técnica, sino también la urgente necesidad de fortalecer y expandir este tipo de formación ya que no solo beneficia a quienes la cursan, sino que también es un pilar esencial en el desarrollo económico y social de nuestro país.
Para ellos, la educación técnico profesional no solo se distingue por su enfoque práctico, sino también por la formación integral de los estudiantes. En este contexto, las competencias sello que distinguen a esta casa de estudios son fundamentales en nuestro modelo educativo: responsabilidad social y ética, resolución de problemas, compromiso con la calidad, innovación y emprendimiento, manejo de tecnologías de información y comunicaciones, comunicación efectiva y, vida saludable. Estas competencias no solo preparan a los futuros técnicos para enfrentar los desafíos del mercado laboral, sino que también como ciudadanos responsables y comprometidos con su entorno.
Un pilar importante en la metodología debe ser el aprendizaje centrado en el estudiante. En lugar de una enseñanza pasiva, se requiere de un enfoque donde los estudiantes son los protagonistas de su proceso educativo. A través de la participación activa y la toma de decisiones, fomentando el desarrollo de habilidades críticas para la vida y el trabajo.
Otro aspecto relevante es la articulación a carreras profesionales tras concluir su carrera técnica, tienen la posibilidad continuar su formación académica en carreras vespertinas y diurnos, permitiéndoles alcanzar títulos profesionales e incluso de postgrado.
En un mundo competitivo y tecnológico, la educación técnico profesional es clave para el desarrollo. Como universidad, reafirmamos nuestro compromiso de formar técnicos de excelencia, listos para liderar los cambios que el país requiere.