Cuatro representantes de los académicos y una del personal paraacadémico se integran al máximo organismo colegiado de la Institución.
Con entusiasmo y sentido de la responsabilidad se mostraron las nuevas autoridades colegiadas electas como representantes al Consejo Superior de la Universidad Técnica Federico Santa María. Tras un exitoso proceso electoral, los profesores Alejandro Angulo, Patricio Catalán, Maximiliano Rivera y Raúl Stegmaier fueron elegidos por sus pares como representantes de los académicos, mientras que la abogada María Eliana Tobar fue electa por parte del personal paraacadémico de la Institución.
Estas elecciones, que se realizan de forma regular según el estatuto vigente de la Casa de Estudios, se celebraron el 12 de abril, en el caso de la representante del personal paraacadémico, y en dos vueltas, los días 11 y 18 de mayo, por parte de los académicos, registrándose la participación de 669 funcionarios y 224 profesores, respectivamente.
Los académicos, que comenzaron su período el 12 de junio, cumplirán con este cargo por cuatro años, pudiendo repostularse en más de una ocasión. En el caso de la representante del personal paraacadémico, podrá volver a participar una vez más, de forma consecutiva, al finalizar su periodo de 2 años. Cabe destacar que en el Consejo también participa el Rector, un representante de los exalumnos, dos representantes de los docentes, un representante del Presidente de la República y dos consejeros elegidos por el Consejo Académico y los Directores de Sedes; un exalumno que no desempeñe labores de jornada completa en la Universidad y una persona ajena a la Institución.
Nuevos representantes académicos
Con el foco puesto en el bienestar institucional, los profesores que se integran al Consejo Superior esperan aportar desde sus diferentes trayectorias a los desafíos que debe enfrentar la máxima entidad colegiada institucional, en contexto de los cambios a nivel país y en particular, en el sistema de educación superior.
De izquierda a derecha: Patricio Catalán, Raúl Stegmaier, Alejandro Angulo y Maximiliano Rivera.
Alejandro Angulo, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica, comenta que los motivos de su postulación como consejero superior están relacionados a este proceso de transformaciones y en cómo la Universidad se inserta en este escenario. “Creo que el desafío está en consolidar una dinámica interna más coherente con la realidad nacional y del mundo. Las cosas están cambiando y no podemos movernos a velocidad de tortuga cuando el mundo avanza a la velocidad del rayo”, explica.
Respecto del aporte que puede realizar en la discusión del consejo, el profesor destaca que en su trayectoria ha logrado conciliar la experticia académica con una sólida relación con la industria y sus necesidades: “En ese transitar uno adquiere distintas capacidades; yo tuve la posibilidad de trabajar en el mundo privado, emprender, realizar consultorías; al final uno va reconociendo las buenas prácticas del mundo, sin desconectarte con la realidad universitaria y nacional”.
En tanto, Patricio Catalán, académico del Departamento de Obras Civiles, afirma que formar parte del Consejo Superior es una responsabilidad a la que todo profesor debe aspirar en alguna etapa de su carrera, para aportar en la proyección sólida y coherente de la Institución en el largo plazo. “En mi caso, creo que puedo ayudar desde la visión que tengo de la Universidad, desde una capacidad de análisis crítico, experiencia en la dirección departamental y participación en múltiples comisiones, lo que seguramente será de utilidad en esta instancia”, explica.
Sobre los desafíos del periodo señala que una de las principales tareas de la Institución es “adaptarnos a un nuevo escenario político en el cual nos tendremos que insertar, lo que requiere de una visión y estrategia para materializar el aporte que realizamos. Quizás debamos proyectarnos con horizontes más amplios de lo que venimos haciendo, tener una estrategia de largo plazo, bien delimitada, con indicadores y evaluación constante. Hay elementos de gestión interna que pueden ser mejorados”.
Maximiliano Rivera, académico del Departamento de Física, espera contribuir al desarrollo institucional desde el Consejo, con énfasis en consolidar una gestión más transparente y con una estructura que responda a los desafíos actuales y que considere las realidades de cada uno de los Campus y Sedes. “Es importante tener una mirada en todos los emplazamientos geográficos, para que la bajada de las decisiones tome en cuenta los impactos en cada uno de ellos”, señala.
Respecto a su trayectoria, el profesor valora que su resiliencia y vocación de servicio se ha validado con acciones concretas. “Junto a un grupo de estudiantes formamos un laboratorio, el Fablab, que lleva ocho años de trabajo abnegado, que comenzó bajo condiciones muy adversas y que ha ido creciendo y generando una infraestructura transversal para el desarrollo de los estudiantes, profesores y funcionarios, proyectándose hacia la comunidad”, explica.
En el caso de Raúl Stegmaier, académico del Departamento de Industrias, este periodo que inicia será su tercero como consejero superior, cuestión que agradece y toma con humildad, señalando que “es un orgullo contar con la confianza de un grupo de colegas”. Del mismo modo, señala que “me motiva tener una participación más relevante en un organismo que si bien no es ejecutivo, tiene mucho efecto en el aspecto normativo del desarrollo institucional”.
En este sentido, el profesor coincide en que uno de los desafíos para el Consejo está relacionado con los procesos de cambio a nivel país, los que tienen “un reflejo fractal en instituciones como las nuestras, que buscan contribuir al desarrollo del territorio en que se encuentran. Considero que es importante ver cómo somos capaces de preservar el rol público que hemos desarrollado en estos 90 años y que nace fuertemente arraigado en nuestros principios fundacionales, el que puede verse complejizado por la forma en que se está reestructurando el sistema de educación superior”.
María Eliana Tobar.
Nueva representante paraacadémica
Electa con una importante mayoría del 75% de los votos emitidos, María Eliana Tobar, abogada de la Dirección Jurídica de la Institución, espera retribuir con un arduo y riguroso trabajo a quienes la eligieron, destacando que puede aportar al Consejo desde la experiencia obtenida en su trayectoria disciplinar, la que además se relaciona con el crecimiento de esta área en la Universidad.
En este sentido, señala que “hay importantes avances en los que puedo aportar desde la mirada jurídica y humanista, especialmente desde mi área de especialización que es el derecho del trabajo. Conozco la Institución y todavía podemos mejorar muchas cosas en este aspecto”.
En la misma línea, sobre las expectativas y desafíos del periodo, que en el caso de los representantes paraacadémicos es de dos años, la abogada reconoce que en este proceso de cambios será importante “buscar un desarrollo institucional que vaya de la mano con el bienestar de sus funcionarias y funcionarios”.
