El espacio, que busca interiorizar a la comunidad con el mundo de la propiedad intelectual, se realizará también el 2022.
Temas tan diversos como vigilancia tecnológica, modelos de utilidad, patentes o los beneficios de registrar una marca, fueron sólo algunos de los talleres desarrollados por CATI Valparaíso, programa internacional perteneciente a la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) con su base en Chile en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), y que tiene como uno de sus propósitos facilitar el acceso a las y los innovadores de los países en desarrollo a los servicios locales de información sobre tecnología, contribuyendo a que exploten su potencial con el fin de generar ideas, protegerlas y gestionar sus derechos de propiedad intelectual (PI).
En la Región de Valparaíso, el Centro de Apoyo a la Tecnología y la Innovación (CATI), está conformado por gestores tecnológicos pertenecientes a la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), y la Universidad de Valparaíso (UV), quienes se refirieron a lo que fue este año y los desafíos que se han impuesto para el próximo 2022.
Con la exposición “Marco de Protección del Secreto Empresarial”, que estuvo a cargo del Coordinador de la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad de Valparaíso, Cristian Oyanedel, y del abogado de la misma unidad, Aníbal Pérez, concluyó el ciclo de talleres 2021 de CATI Valparaíso.
Carlos Vera, gerente de la Oficina de Transferencia Tecnológica y Licenciamiento de la Universidad Técnica Federico Santa María, comentó que “se cumplieron los objetivos de este año, el cual fue seguir impulsando la innovación y el emprendimiento a través de los talleres impartidos, los cuales han tenido una muy buena cabida en la comunidad”.
Desafíos para el 2022
Respecto de los desafíos, Vera señaló que, “según mi punto de vista, deberíamos incorporar o reforzar las temáticas que son de interés de la región, por ejemplo, lo que corresponde a industrias creativas. Además, ver cómo avanza la pandemia para poder volver a realizar los talleres de forma presencial”.
En la misma línea, Macarena Rosenkranz, representante de la PUCV agregó que dentro de los desafíos para el próximo año estaría “poder ampliar el número de usuarios atendidos, que nos sigan conociendo y, también, aumentar nuestra cartera de servicios ofrecidos, para así prestar una asesoría que implique un mejor y mayor apoyo a nuestros destinatarios”.
Con respecto a incrementar el número de usuarios, señaló Cristián Oyanedel de la UV sostuvo que “también es un desafío generar contenidos especializados y disponer de un mayor espacio para la interacción con los usuarios de los espacios CATI, además de retomar las actividades presenciales, y complementar el espacio virtual, que creo se ha ganado un lugar en el sistema de los emprendedores innovadores”.