Universidad Técnica Federico Santa María

Las cinco comisiones de autoevaluación culminaron su trabajo de reflexión y análisis del quehacer universitario comprendido en el periodo 2016-2022.

Un nuevo e importante paso en el marco de su proceso de acreditación institucional 2022 dio la Universidad Técnica Federico Santa María con el exitoso cierre del trabajo de las comisiones de autoevaluación definidas en función de las cinco áreas que se someten a evaluación este año y que permite avanzar en el informe que se entregará a la Comisión Nacional de Acreditación el próximo mes de mayo.

Este documento recoge las diferentes metodologías participativas aplicadas para conocer la opinión de la comunidad universitaria, en todos los campus y sedes, sobre el quehacer, fortalezas y puntos a mejorar de la Casa de Estudios, así como la información institucional y los aprendizajes de las jornadas de autoevaluación realizadas en enero de este año.

Para la Directora General de Planificación y Desarrollo de la USM, Irene Ortega, este ha sido un proceso colaborativo que da cuenta de una nueva mirada de la acreditación institucional. “Estamos muy contentos por la labor realizada y el alto compromiso demostrado en cada una de estas instancias, así como con la gran participación y asistencia registrada”, destaca.

La directora también explica que las comisiones encargadas de revisar y analizar los instrumentos de participación y resultados institucionales fueron establecidas en función de las áreas de acreditación: “Comisión gestión institucional”, a cargo del Director General de Sistemas de Gestión, Christopher Nikulin; “Comisión docencia”, a cargo de la Directora General de Docencia, Catherine Tessini; “Comisión aseguramiento de la calidad”, a cargo del Director de Aseguramiento de la Calidad, Claudio Troncoso; “Comisión vinculación con el medio”, a cargo del Director de Vinculación con el Medio, Patricio Núñez y “Comisión investigación”, a cargo de la Directora de Investigación, Alejandra Urtubia.

En cuanto al trabajo de análisis, Irene Ortega afirma que “primó la colaboración y la ponderación, se entregaban diferentes puntos de vista y perspectivas sobre los asuntos tratados. Hubo debate y discusión orientada a encontrar respuestas y soluciones. En general el balance es muy positivo, en relación al proceso de 2016, pienso que nos encontramos con muchas más fortalezas instaladas y con debilidades bastante más específicas y focalizadas”.

El impacto de la pandemia

Con la tarea de analizar un periodo que va desde 2016 a 2021, las comisiones tuvieron el desafío de entender y ponderar los episodios de la contingencia internacional, nacional y local, que pudieran impactar en el normal desarrollo del quehacer universitario. En ese contexto, el estallido social y la pandemia de coronavirus generaron escenarios a los que se les debió poner especial atención.

Irene Ortega explica que “la pandemia tuvo de todo: complejidades, estados de ánimo difíciles de atender, comprender, pero también tuvo algunos resultados para la Institución donde se nota el cambio en la trayectoria, en donde debimos tener cuidado con la interpretación y aprendizajes que rescatábamos de aquello”.

“Todas las universidades de Chile y el mundo pasaron por lo mismo, entonces el enfoque que debimos plantear en el análisis era sobre qué tan bien y oportunamente respondimos a los desafíos que trajo consigo la pandemia, y en ese sentido la evidencia nos acompaña. No necesariamente todas las medidas fueron perfectas, pero fuimos aprendiendo en el camino y ese trabajo fue recogido y valorado por las comisiones de autoevaluación”, agrega.

Respecto a los cambios y mejoras en relación a la evaluación anterior, la Directora General explica que hubo un avance importante, darle continuidad al proceso, es decir, añadir la dimensión de la autoevaluación al quehacer normal de la Institución. “Entre 2016 y 2021 siempre estuvimos trabajando para la acreditación, en el sentido de que todas las decisiones miraban la acreditación como una variable adicional. Sumamos un paso que nos alivianó mucho la mirada en este proceso”.

Creación con aporte de la comunidad

Con la entrega de este avance del documento de autoevaluación, que recoge la participación de la comunidad universitaria a través de distintas metodologías, y el cierre del trabajo de las comisiones, el Comité Institucional de Aseguramiento de la Calidad, presidido por el Rector Darcy Fuenzalida, tendrá la misión de continuar hacia el informe final que se entregará a la CNA, acogiendo el análisis y entregando consistencia gramático-estilística y cohesión temática, cumpliendo además con las pautas del ente evaluador.

No obstante, las instancias de participación directa por parte de profesores, investigadores, estudiantes, funcionarios y exalumnos continuarán hasta fines de abril, a través de acreditación.usm.cl, donde pueden entregar sus aportes, sugerencias y propuestas generales o sobre una de las áreas de acreditación institucional.

“Durante el proceso anterior también implementamos este mecanismo y recibimos interesantes aportes, donde encontramos cosas novedosas para implementar en algunos planes de mejora”, señala la Directora General de Planificación y Desarrollo, enfatizando en que posterior a la entrega del informe de autoevaluación, comenzará una fase de socialización para que todos los integrantes de la USM continúen familiarizándose con este gran desafío.