Se trata de EffSolar, iniciativa desarrollada en conjunto con la empresa Innsolar y que permite centralizar datos de generación energética, anticipar fallas mediante algoritmos predictivos y mejorar la gestión de mantenciones en sistemas solares.
Un grupo de estudiantes de Ingeniería en Informática de la Universidad Técnica Federico Santa María, Sede Viña del Mar, presentó en la última edición de la Feria Software, EffSolar, una aplicación diseñada para optimizar el monitoreo, análisis y mantención de plantas fotovoltaicas.
El proyecto fue desarrollado en colaboración con Innsolar, empresa chilena especializada en soluciones de energías renovables no convencionales, como la solar y eólica, además de sistemas de almacenamiento energético.
La iniciativa surgió al conocer las necesidades reales de Innsolar en materia de supervisión y mantenimiento. A partir de reuniones iniciales, el equipo definió las funcionalidades necesarias del sistema, buscando entregar una solución que respondiera de manera concreta a los desafíos del sector.
Uno de los mayores retos tecnológicos fue la integración de datos provenientes del sistema Huawei, proveedor con el que trabaja la empresa. La creación de un sistema de autenticación seguro, la limitada disponibilidad de información histórica y la necesidad de complementar datos mediante APIs externas representaron desafíos significativos. Aun así, el equipo logró implementar un modelo predictivo capaz de anticipar posibles fallas, demostrando un alto potencial de mejora cuando se alimenta con datos más precisos.
Según los estudiantes, “a diferencia de otras plataformas que se enfocan únicamente en la lectura y visualización de datos, EffSolar incorpora una capa de inteligencia predictiva, permitiendo detectar anomalías de manera temprana a través del análisis de datos históricos. Además, la aplicación incluye un módulo de gestión de mantenciones, donde los técnicos pueden registrar y actualizar informes directamente desde la app, y una gestión administrativa de usuarios y roles, que facilita la asignación de plantas a clientes y técnicos desde un mismo entorno centralizado”.
El proyecto no solo aportó valor a la empresa, sino también un aprendizaje profundo para el equipo, que debió aplicar metodologías de trabajo colaborativo, adaptarse a condiciones reales de desarrollo y enfrentar desafíos propios de la industria energética.
“Los principales aprendizajes fueron la necesidad de seleccionar y aplicar correctamente una metodología para la distribución del trabajo en equipo, y la importancia de la adaptabilidad para modificar la visión inicial del proyecto conforme a las exigencias y necesidades reales de los clientes”, concluyeron.
