La Dirección de Transformación Digital de la Universidad Técnica Federico Santa María organizó el seminario “Gobernanza de la Inteligencia Artificial en la Educación Superior”, que reunió a especialistas, autoridades y a la comunidad educativa para debatir sobre el uso responsable de esta tecnología en la formación universitaria.
Con un llamado a fortalecer la reflexión ética y la toma de decisiones informadas frente al avance de la inteligencia artificial (IA), la Universidad Técnica Federico Santa María realizó el seminario “Gobernanza de la Inteligencia Artificial en la Educación Superior”, instancia organizada por la Dirección de Transformación Digital (DTD) que convocó a expertos a dialogar sobre los impactos de la IA en la gestión, la docencia y la regulación universitaria.
La jornada fue inaugurada por el rector de la Universidad Técnica Federico Santa María, Juan Yuz, quien señaló que la institución asume “la responsabilidad de liderar un uso crítico, ético y responsable de estas tecnologías”. Además agregó que la inteligencia artificial ya está presente en la vida universitaria, desde los procesos administrativos hasta la investigación aplicada, y que su desarrollo debe resguardar la calidad, trazabilidad y los derechos de las personas. “Queremos crear un espacio para reflexionar, compartir experiencias y avanzar hacia una visión común sobre cómo cultivar el uso de la IA en beneficio de la humanidad”, afirmó.
El encuentro contó con la exposición de Andrés Pumarino Mendoza, abogado y especialista en ciberseguridad y protección de datos, quien presentó la charla “¿Por qué necesitamos gobernar la IA?”. En su intervención, analizó los desafíos regulatorios y los riesgos asociados al uso de sistemas inteligentes, proponiendo un modelo de gobernanza basado en tres pilares: inteligencia artificial, protección de datos personales y ciberseguridad. “No basta con explicar qué es la IA, se requiere aprendizaje continuo, políticas claras y procesos de auditoría que permitan a las instituciones adaptarse a los cambios tecnológicos” explicó el experto.
Pumarino advirtió que los sistemas capaces de aprender de manera autónoma están transformando los entornos laborales y educativos, lo que hace imprescindible contar con marcos institucionales que integren la gestión de riesgos, la ética y la capacitación permanente. Subrayó que esta necesidad no es únicamente técnica, sino estratégica, porque las universidades deben participar activamente en el diseño de normativas y estándares que orienten el uso responsable de la inteligencia artificial en la educación superior. Desde esa perspectiva, la idea central de su presentación fue la urgencia de avanzar hacia lineamientos institucionales claros que guíen la adopción de estas tecnologías.
En la segunda parte del seminario, Aníbal Romo, profesional de Gestión del Cambio Organizacional para la Transformación Digital de la USM, presentó los avances del proyecto institucional orientado a fortalecer la integración de la IA en la docencia. Señaló que la iniciativa surgió tras identificar una brecha en la formación docente, un déficit que también se observa a nivel país, donde el profesorado aún no cuenta con herramientas ni acompañamiento suficiente para incorporar estas tecnologías en su labor diaria. Frente a este escenario, la universidad desarrolló un trabajo conjunto con la Dirección General de Docencia para crear un curso institucional y una plataforma de apoyo al profesorado en el uso pedagógico de estos instrumentos.
“El objetivo es ofrecer herramientas útiles, éticas y orientadas a necesidades reales”, señaló Romo, quien destacó la importancia de generar espacios de co-creación entre el cuerpo educativo, disciplinas y unidades de apoyo. La propuesta busca construir un catálogo de prácticas que permita a los profesores incorporar la IA de forma significativa en sus clases, fomentando la innovación educativa desde un enfoque responsable.
La actividad concluyó con una invitación abierta a la comunidad universitaria a participar en futuras instancias de diálogo y formación sobre inteligencia artificial, incentivando el desarrollo de una cultura digital ética y colaborativa, impulsando proyectos que integren la tecnología al servicio de la educación, la investigación y el bienestar social.


