Columna de opinión de Dr. Francisco Cereceda, profesor titular Departamento de Química y director Centro de Tecnologías Ambientales (CETAM) de la Universidad Técnica Federico Santa María.
Este 6 de noviembre se celebró el Día de la Antártica Chilena, una fecha que rinde homenaje a la relación histórica y científica que Chile mantiene con este continente helado…por ahora. La Antártica, el continente más austral del planeta, representa no solo un espacio de interés territorial, sino un laboratorio natural de incalculable valor para la humanidad, donde la ciencia y la protección medioambiental convergen para enfrentar los desafíos globales de la humanidad.
La Antártica: Un tesoro científico para la humanidad
La Antártica se ha consolidado como una fuente extremadamente importante de información científica. Su vasto ecosistema y sus condiciones extremas permiten a investigadores de todo el mundo estudiar fenómenos atmosféricos, fisicoquímicos, biológicos, geológicos y oceanográficos, entre otros, que repercuten en el equilibrio del clima global. Los estudios en este continente ofrecen información vital sobre la magnitud del impacto de la contaminación atmosférica, la evolución de los patrones climáticos, la biodiversidad en ambientes extremos y los efectos del calentamiento global en los glaciares del casquete polar.
A través de expediciones regulares, en las que actualmente participa CETAM-UTFSM, como la pasada ECA 59 y 60 (Expedición Científica Antártica) y la pronta a realizarse ECA 61, se demuestra gracias a la colaboración entre INACH y CETAM, que existe un enorme compromiso del país en la preservación de este territorio único y en la generación de conocimientos que puedan guiar acciones concretas a nivel nacional e internacional.
Gracias a estas expediciones, Chile ha profundizado en el conocimiento de la Antártica y su importancia para el planeta. Los investigadores del Centro de Tecnologías Ambientales (CETAM) de la Universidad Técnica Federico Santa María, por ejemplo, han llevado a cabo estudios sobre el efecto de la contaminación atmosférica sobre la criósfera de la Antártica, analizando partículas absorbentes de luz, como los aerosoles atmosféricos y black carbon, evaluando su impacto sobre la nieve y hielo, así como su efecto sobre la disminución del albedo y el bucle de retroalimentación que generan acelerando el derretimiento de los glaciares, produciendo finalmente un aumento del cambio climático. También han analizado la presencia de contaminantes atmosféricos gaseosos en la Antártica, donde destaca la presencia de elevadas concentraciones de ozono troposférico. Finalmente, la recolección de estas muestras ambientales, ha permitido determinar también microorganismos como microalgas y bacterias, capaces de generar cambios en el albedo de la nieve y el hielo. Últimamente, están implementando metodologías para determinar en las mismas muestras de la Antártica nano y microplásticos, demostrando lo interconectado que está este continente con el resto del planeta.
Estas investigaciones no solo enriquecen la comprensión científica, sino que subrayan la necesidad de políticas de conservación más estrictas y la responsabilidad global en la protección de este territorio. Para la realización de estas actividades de “ciencia extrema”, los investigadores de CETAM-UTFSM, no solo necesitan tener una demostrada perseverancia en la consecución de sus objetivos, lo que incluye una gran resistencia física y mental, sino además lograr una minuciosa recolección de muestras en temperaturas bajo cero y en condiciones climáticas muy exigentes, lo que hace que el trabajo de los científicos del CETAM sea admirable.
Chile y su compromiso con la Antártica
Chile, como uno de los doce países signatarios del Tratado Antártico, ha establecido una conexión cercana con el continente blanco y ha desarrollado diversas bases de investigación para el estudio y monitoreo de este frágil ecosistema. En particular, las expediciones chilenas a la Antártica no solo buscan afianzar el conocimiento, sino también fortalecer el rol del país y sus científicos en la protección y administración del territorio antártico, con una visión sustentable que garantice su conservación y protección en el tiempo.
Un llamado a la protección de la Antártica
La celebración del Día de la Antártica Chilena es un recordatorio de la importancia de este continente para la humanidad y de los enormes desafíos que enfrenta este territorio debido a los impactos de la contaminación ambiental que ha sido incluso capaz de llegar hasta este continente (contaminantes orgánicos persistentes, hidrocarburos aromáticos, metales pesados y actualmente microplásticos), a la presión por un turismo creciente y por supuesto al calentamiento global.
Preservar la Antártica no es solo una cuestión de interés científico, sino una responsabilidad ética global, ya que su futuro incide directamente en la estabilidad climática de la Tierra y en la vida de millones de personas.
Hoy, la invitación es a reconocer y valorar el rol de la Antártica en la estabilidad ambiental global y a tomar acción en su conservación, un compromiso que Chile honra a través de sus expediciones y estudios científicos.