Dr. Andrés Fuentes participó en la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados y Diputadas sobre Incendios en Valparaíso, donde dio a conocer el trabajo que está realizando la universidad en torno a estas catástrofes con foco en evitar las pérdidas de vidas.
Un llamado a que como sociedad, se pueda mejorar la cultura preventiva en relación a los incendios, así como se logró con los terremotos e incluso los tsunamis, hizo el vicerrector académico de la Universidad Técnica Federico Santa María, Dr. Andrés Fuentes, ante la Comisión Investigadora de Incendios en Valparaíso de la Cámara de Diputados y Diputadas.
En la oportunidad, el experto en seguridad contra incendios dio a conocer el trabajo que se encuentra realizando la USM en torno a estas catástrofes catalogadas de origen natural, donde un equipo de profesores e investigadores desarrolla diversos estudios experimentales, en general, a pequeñas escalas y, además, se apoyan con la modelación numérica para expandir los hallazgos a escalas de un incendio forestal real, simulando las situaciones que podrían ocurrir cuando un incendio se propaga a la interface urbano-silvestre.
Frente a la comisión, presidida por el diputado Tomás Lagomarsino, el Dr. Fuentes precisó que “el objetivo no es erradicar los incendios, sino prevenir las muertes que ocurren producto de la propagación de los incendios”, recordando que en febrero fueron más de 130 personas las que perdieron la vida en la Región de Valparaíso a causa principalmente de la intensidad del incendio forestal que no se pudo contener y logró alcanzar diferentes zonas urbanas en la región, siendo este evento el con mayor impacto después del gran incendio de Valparaíso.
En este contexto indicó que, “no podemos aceptar como sociedad o país que existan más muertes por incendios forestales”, el problema – añadió – es que volverán a ocurrir y es por esto que el trabajo que se efectué debe ser en conjunto y coordinado entre autoridades, mundo civil y académico, para evitar pérdidas.
Cambio Cultural
El vicerrector académico valoró los avances en materia de prevención que se han alcanzado en caso de terremotos y tsunamis (e incluso en otras catástrofes naturales), donde la comunidad ha tomado un rol protagónico y sabe cómo actuar ante estas emergencias, no así cuando ocurre un incendio.
Por lo anterior, agregó, es que “estamos obligados como sociedad a aumentar la cultura preventiva en incendios y tenemos que aceptar que debemos coexistir con ellos” ya sean estructurales o forestales. Si bien estos siniestros son fenómenos complejos y difíciles de entender, existe conocimiento y tecnología, además un capital humano en nuestro país con conocimiento y capacidades de primer nivel que permitan generar zonas de riesgos aceptables, planes de prevención, protección y evacuación que puedan proteger a las personas frente a una situación equivalente a la ocurrida el 2 y 3 de febrero. De hecho, contrario a los terremotos y tsunamis, en los incendios forestales existe un tiempo considerable (en muchos casos horas) para tomar decisiones, combatirlo y hacer efectivas las evacuaciones, por ejemplo.
No obstante lo anterior, el Dr. Andrés Fuentes se refirió al grave problema que generan las pavesas o fragmentos incandescentes que son arrastradas por la pluma durante un incendio forestal, las cuales tienen una trayectoria difícil de establecer, siendo “una amenaza potente y difícil de controlar”, pudiendo generar nuevos focos durante la propagación en zonas silvestres, pero además ser un vector importante de propagación cuando el incendio alcanza las zonas urbanas.
En este punto también se sugirió que los bomberos pueden jugar un rol relevante, revisando periódicamente toda infraestructura existente, independiente de la calidad de la construcción de las viviendas. De hecho se señaló que los bomberos (presentes también en la misma sesión) tienen la capacidad (o se puede generar rapidamente) para verificar en qué medida cada casa que se encuentra expuesta a un riesgo no aceptable, se le puedan sugerir modificaciones menores que permitan evitar o dificulatar que el impacto de pavesas genere un nuevo foco.
Coexistir con incendio
Durante su intervención, la autoridad académica de la USM, también explicó que la sociedad debería acostumbrarse a “coexistir con los incendios” así como lo ha hecho con los terremotos y los tsunamis, por lo que el trabajo que se debe realizar es de “cuantificación y mitigación de riesgo”.
Asimismo, instó a mejorar el sistema actual de prevención donde se utilizan alarmas que llegan a los celulares, en las que debe primar también la información para saber hacia dónde desplazarse para estar seguros, creando en los barrios zonas seguras de bajo riesgo y refugios donde las personas sepan que allí pueden evacuarse y protegerse de una situación que en la mayoría de los casos es solo de algunos minutos, dada la velocidad a la que normalmente se propagan los incendios.
El Dr. Fuentes, además, mostró casos exitosos de índices de riesgos de incendios que se utilizan en países como Canadá y Estados Unidos, indicando que el sistema actual chileno se puede mejorar y adaptarlos para la realidad de la topografía, tipo de vegetación, materialidad de nuestra infraestructura y condiciones climáticas. Un ejemplo subrayado es utilizar el índice de riesgo preventivamente, de manera que la autoridad pertinente prohíba las actividades de cualquier índole (deportes, recreación, trabajos, etc.) cuando el índice se encuentra en nivel alto y los campos de riesgos para todo el país se podrían establecer con algunos días de anticipación, tal como ocurre con las predicciones meteorológicas.