Columna de opinión de Pedro Serrano, académico del Departamento de Arquitectura de la USM.
En algún momento de su historia la ciudad de Valparaíso perdió su conexión con el mar. El puerto de carga se apropió del borde, cerró los accesos a la ciudadanía y llenó el borde de instalaciones, muelles enrejados, grúas y container. De paso, perdió la ciudad portuaria su conexión ferroviaria con el resto del país, sumándose al transporte vía carreteras concesionadas miles de camiones, que debían sacar la carga desde la bahía hacia unos 300 m de altura. Generando una situación de muy baja competencia respecto de puertos cercanos tales como el de San Antonio.
Qué paso en esta ciudad que ha crecido en torno a una bahía, ha sufrido una gran cantidad de eventos destructivos en su historia, desde terremotos, aluviones, marejadas, remociones de masa, grandes incendios, el poblamiento desarticulado y sin planificación ni control de miles de familias sin vivienda, qué buscan asentarse en un pedazo de suelo en las partes altas de la ciudad. Una ciudad templada por el mar, donde no hiela y el clima es más acogedor que en muchos territorios cercanos. Todo esto mientras la parte baja de la ciudad, el plan, se encuentra en un estado de notable abandono, muchas edificaciones destruidas mucha gente que ya no habita allí, muchas viviendas tomadas irregularmente y una zona comercial prácticamente abandonada.
Sin embargo, la principal relación de los habitantes de Valparaíso con su entorno es el mar. La gran mayoría de los habitantes de la ciudad lo ve a diario en la lontananza, inalcanzable, prácticamente infinito, es el océano más grande de la Tierra. Tiene mas superficie que todos los continentes emergidos. Y esta es precisamente la gran oportunidad qué posee la ciudad de Valparaíso para reencontrar su futuro en los próximos 100 o 200 años. Su relación integrada e integral con el océano Pacífico.
El océano más grande de Tierra es en efecto la proyección más clara el futuro de Valparaíso. Conecta con toda América, conecta Asia-Pacífico, territorios donde vive más de la mitad de la población del Planeta. Territorialmente Chile se acoge las 200 millas de soberanía, a lo largo de sus 4200km, zona de uso exclusivo oceánica, si consideramos que ancho promedio de Chile continental es de unos 180 km, resulta que nuestro ancho oceánico de uso exclusivo es 321 kilómetros (200 mi) vale decir, prácticamente duplica la superficie emergida del país. Es más, de la siguiente costa del pacífico o sea Nueva Zelanda, nos separan 9100 km. Vale decir, hay una franja de aproximadamente 8700 km de océano que hoy en día se considera libre navegación para todos los países del mundo.
La organización naciones Unidas ha considerado de suma importancia iniciar una entidad global capaz que estudiar supervisar y regular el trato ambiental, el tránsito de barcos, flotas pesqueras, prospecciones mineras y todo aquello que afecte la salud biodinámica de esos territorios de importancia mundial. Valparaíso ha postulado la posibilidad de establecer en la ciudad los centros la Investigación, estudio satelital, supervisión Y control de estas áreas para la humanidad. Con cuatro universidades con casa central en la ciudad y dos centros oceánicos de investigación, se vislumbra aquí una oportunidad enorme de desarrollo.
Para nuestro país esto también tiene una importancia productiva vital, todas las especies que las pesquerías locales explotan, cultivan y también debiesen proteger, dependen en gran medida de lo que ocurra en la gran franja los océanos abiertos, por donde pasan las especies migratorias y se producen importantes intercambios biodinámicos. Es más, hoy se sabe que al menos un 50% de la absorción de carbono, CO2, de la capa en exceso de invernadero, la realiza el fitoplancton y las algas marinas, por lo tanto. Buena parte el control del Calentamiento global y por supuesto, su consecuencia inmediata y amenazante, el cambio climático, está en el adecuado control y cuidado de esas grandes franjas de océano.
Es muy probable que en el futuro cercano, dada la importancia del océano Pacífico en el tránsito de mercancías, intercambio cultural, futuros poblamientos, desarrollos bio dinámicos, control del clima y regulación productiva, resulte necesario establecer una franja portuaria diversificada más extensa, que al menos conecte los puertos de Quintero- Ventanas con el puerto de San Antonio, generando así un borde dinámico, con alto desarrollo humano, que permita la vivienda, la industria, el turismo, las importaciones y las exportaciones para toda la franja de latitud entorno a los 33 grados de Latitud sur, lo que incluye conexiones con Montevideo, Buenos Aires y derivaciones hacia atrás latitudes de América.
En estas futuras condiciones es muy probable que Valparaíso deje de ser un lugar de llegada y acopio de conteiner, que inutilicen en el borde costero y asuma su potencial para el turismo, con un buen sistema, estructura y servicios para los grandes cruceros, incluido un buen aeropuerto, hotelería y conectividad con puntos de interés, la cultura, las artes, los sistemas digitales, acoger parte de la flota naval, y ser una rada referente para la flota pesquera, los cultivadores marinos y los estudios oceánicos.
Pensar en Valparaíso desde la perspectiva de su real unión con el océano Pacífico, es desde ya un ejercicio de imaginación, creatividad, prospectivas, que exigen pensar más allá de las circunstancias actuales. Todo desarrollo hoy en día depende de una multitud de parámetros Globales que, por supuesto, pasan por la notable interconexión de todo el planeta, por medio que nuevos sistemas de transporte, un desarrollo Digital acelerado, un uso cada vez más intenso del espacio exterior en los estudios en conocer la Tierra sus océanos y su atmósfera con redes de satélites cada vez más complejas.
A Valparaíso está llegando redes de fibra óptica que incluso atraviesan todo el Pacífico, por lo que el desarrollo de la industria digital en la ciudad es una oportunidad creciente que requerirá un buen plan desarrollo para el futuro inmediato, pensar Valparaíso cómo hub Digital con conexiones globales es también parte de las perspectivas favorables para darle Nuevos sentidos a la realidad Futura de la ciudad.
Tampoco está fuera de perspectiva, lo que Valparaíso y sus universidades pueden aportar a la carrera espacial, sobre todo desde las posibilidades de la IA, la robótica, la alimentación, la medicina, el diseño de equipos, la arquitectura en el espacio, arquitectura de naves espaciales, diseño de hábitats, ropa, uso de lugares análogos como el propio océano, que es de todas formas el planeta más cercano a explorar.
Finalmente es prometedor pensar que el futuro de Valparaíso es la universalidad, a modo de mantenerse bien conectado al desarrollo humano planetario, en esto, la vocación el gran Valparaíso de ser un territorio universitario, será el eje para muchas políticas públicas que permitan pensar lo que resta el siglo XXI para la ciudad y por su puesto, su sentido en Chile América y el mundo