Encuentro realizado en la Sede Concepción reunió a orientadores, docentes y autoridades del Mineduc para abordar el bienestar emocional como eje clave del acompañamiento educativo.
En un contexto de alta exigencia emocional en el sistema escolar, la Universidad Técnica Federico Santa María, a través de su Sede Concepción, organizó el encuentro “Tú también importas: Estrategias de Bienestar para la Orientación Escolar”, destinado a fortalecer el rol de orientadores y profesionales de la educación mediante herramientas de autocuidado y salud mental.
La actividad fue impulsada por la Dirección de Admisión de la casa de estudios, con el objetivo de abrir un espacio reflexivo y práctico para quienes enfrentan cotidianamente situaciones de alta complejidad emocional en sus comunidades escolares. “El bienestar de los equipos educativos es condición para el bienestar de las y los estudiantes. Por eso quisimos crear un espacio humano, reflexivo y práctico donde las y los profesionales puedan repensar su rol, pero también reencontrarse con su autocuidado”, afirmó Karen Jiménez, subdirectora de Admisión de la Sede.
Durante la jornada, se abordaron estrategias para enfrentar la sobrecarga emocional, la gestión del estrés y el fortalecimiento de redes de apoyo dentro de las instituciones escolares. “Muchas veces se espera que los orientadores o encargados de convivencia sean resolutivos y contenedores, pero no se les brinda un soporte adecuado. Eso impacta directamente en la salud mental de quienes educan”, añadió Jiménez.
Desde el Ministerio de Educación, Valentina Albarrán, coordinadora regional del Eje de Convivencia para la Ciudadanía, destacó que el autocuidado no es solo una práctica individual, sino una responsabilidad colectiva. “Partimos por cuidar a quienes educan, porque desde ahí se puede cuidar a otros. Como política pública, estamos impulsando una mirada que integre el bienestar socioemocional como eje de transformación educativa”.
Alda Salazar, psicóloga y coach ontológica que lideró el taller central de la jornada, subrayó que cuidar la salud mental implica tanto elementos biológicos como relacionales. “Dormir bien, alimentarse y moverse es clave. Pero también lo es contar con una red que escuche, que contenga. En momentos de crisis, el juicio se nubla, y las redes permiten ampliar la mirada y regular la emoción”.
Los testimonios de los asistentes reflejaron esta necesidad urgente. Gillian Carrasco, orientadora del Liceo Politécnico Rosauro Santana Ríos de Lota, comentó que, “trabajamos en lo emocional con los estudiantes, pero muchas veces no tenemos espacios para mirar nuestra propia salud mental. Esta jornada fue una pausa necesaria, donde también pudimos compartir experiencias entre colegas”.
“Queremos seguir construyendo relaciones basadas en la escucha, la colaboración y el cuidado mutuo. Porque si bien los aprendizajes importan, también importa, y mucho, el bienestar de quienes los hacen posibles”, concluyó Jiménez.