Encuentro con representante de la Universidad Católica de Temuco permitió un trabajo colaborativo, orientado principalmente a la definición y medición de indicadores.
Con el fin de dialogar sobre el trabajo realizado en materia de aseguramiento de la calidad en docencia, Catherine Tessini, directora general de Docencia de la Universidad Técnica Federico Santa María, encabezó un encuentro con Claudia Orrego, directora general de Docencia de la Universidad Católica de Temuco. En la ocasión se dieron a conocer las experiencias de cada institución en relación con la operativización y seguimiento del modelo educativo, con énfasis en el uso de indicadores que permitan una evaluación objetiva.
Catherine Tessini relató que esta actividad se gestó durante las jornadas de la red de directores de docencia y pregrado de universidades pertenecientes al Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, Cruch, en las cuales comentan los lineamientos de su gestión. En ellas destacó la Universidad Católica de Temuco como una de la más avanzadas en la materia, con prácticas instaladas y ya en etapa de medición. “Para nosotros, que estamos en ese proceso, es muy importante contar con la presencia de la directora en un equipo para captar las ideas y colaborar mutuamente con otras experticias que podemos entregarles como USM”, declaró.
“Esta reunión surge como un espacio de compartir y analizar cómo, con la experiencia de cada una, podemos ir mostrando avances en lo que significa la calidad de la docencia; qué es, cómo se puede medir, cómo se puede valorar y cómo podemos tener evidencia de que realmente estamos generando una formación de calidad en los estudiantes”, agregó Claudia Orrego. Según explicó, el propósito de su visita es comunicar el avance que ha logrado la Universidad Católica de Temuco en esta área, principalmente en cuanto a indicadores complejos que entregan argumentos y datos sólidos como respaldo.
El desafío de la acreditación
La especialista de la Universidad Católica de Temuco detalló que, a partir de la indagación teórica y la revisión de antecedentes sobre lo que significa la calidad de la docencia, se advirtió que tanto en Chile como en el resto del mundo existe mucha información objetiva para valorar áreas del quehacer universitario como la investigación o la extensión. En docencia, sin embargo, esos datos duros son menos claros y, en consecuencia, resulta más difícil cruzarlos y complejizarlos para trabajar con ellos.
Estos datos intermedios o complejos son fundamentales para tomar decisiones oportunas, ya que los indicadores tradicionales de las universidades demoran muchos años en movilizarse. De ahí la importancia del trabajo colaborativo, pues las problemáticas son más o menos similares en todas las universidades. “La clave está en compartir cómo se van levantando y se van haciendo procesos de transparencia de los datos. Compartir las problemáticas y los desafíos comunes nos permite tener ideas más claras de qué y cómo valorar para poder medir esta famosa calidad de la que todo el mundo habla y de la cual, en el fondo, tenemos poco dato para demostrar”, enfatizó Claudia Orrego.
En este escenario, Catherine Tessini afirmó que «en nuestra institución necesitamos tener nuestros indicadores, poder medirlos y, en base a ellos, evaluar la calidad de nuestra docencia. También trabajar en conjunto con las distintas unidades y direcciones de la universidad», dijo, precisando que uno de los desafíos es que la casa de estudios sea acreditada por el máximo de años. «Ahora es necesario repensar nuestro sistema de gestión de calidad, levantar indicadores y metas ambiciosas, y aplicar el principio de la mejora continua en todo nuestro quehacer», anunció.
Al respecto, Claudia Orrego destacó que hoy la Comisión Nacional de Acreditación considera criterios distintos. “Más que lo que tenemos, hay que demostrar cómo eso que tenemos está siendo eficiente o está demostrando resultados en la formación de los estudiantes. Ese tránsito es muy difícil porque ya no solo debemos decir que tenemos las cuestiones para trabajar una buena docencia, sino que debemos demostrar que eso que estamos haciendo funciona y que estamos en continuo análisis para mejorar y tomar decisiones más oportunas”, comentó.
Por eso, recalcó, encuentros como este permiten identificar qué procedimientos han funcionado en una universidad o en otra. “Es un espacio de aprendizaje, de perfeccionamiento entre los equipos que son responsables. Es súper relevante y tendríamos que hacerlo mucho más seguido”, concluyó.
Cabe destacar que este año la USM será sede de las próximas jornadas la Red de directores de docencia y pregrado del Cruch.
