Con una emotiva ceremonia la universidad conmemoró tres décadas de éxito, evolución y formación de profesionales que han destacado en el ámbito laboral.
La Universidad Técnica Federico Santa María celebró con gran convocatoria el 30° aniversario de la creación de los programas de ingenierías vespertinas en la Sede Viña del Mar, una iniciativa que surgió en 1994 para dar respuesta a la creciente demanda de técnicos que deseaban continuar sus estudios sin interrumpir su actividad profesional.
La ceremonia fue encabezada por Bruno Dondero, director de la Sede Viña del Mar y miembro del comité creador del programa, quien compartió los principales hitos y la evolución de estas carreras a lo largo de los años. Dondero destacó que, desde su creación, “los programas de ingeniería vespertinos se han consolidado como un éxito, permitiendo a los estudiantes alcanzar su máximo potencial y formar profesionales con el sello distintivo de la universidad”.
Durante la ceremonia, se entregaron reconocimientos a sananos destacados, tanto a profesores de la época, alumnos y funcionarios que fueron parte fundamental del proceso de creación de estas carreras.
Milena Eluani, ingeniera de apoyo de la Unidad de Planificación y Desarrollo de la Sede Viña del Mar, y estudiante de estos programas, recordó su experiencia como parte de la primera generación, resaltando lo enriquecedor que fue retomar los estudios tras años de trabajo. «Fue una de las mejores decisiones de mi vida», comentó.
Sergio Riquelme, profesor del Departamento de Electrotecnia e Informática de la Sede Viña del Mar, destacó que los programas de ingenierías vespertinas han sido fundamental para que los estudiantes puedan continuar su formación sin dejar de lado su vida laboral, además de preservar el prestigio y el sello distintivo de la universidad. “Estas carreras permitieron que nuestros alumnos no tuvieran que buscar otras universidades, sino que continuaran aquí, con el mismo sello de calidad que caracteriza a la USM, un sello que las empresas valoran y, de hecho, nos prefieren por él».
Hoy, tres décadas después, los programas de ingeniería vespertina siguen siendo un referente de excelencia, formando profesionales que destacan en sus campos y continúan sus estudios de postgrado, con el sello distintivo que caracteriza a la casa de estudios y el compromiso de formar a estudiantes que puedan alcanzar los más altos niveles del conocimiento.