Columna de opinión de Patricio Vera, Jefe de la Unidad de Acreditación de la USM Sede Viña del Mar.
Recientemente se conmemoraron 5 años desde la promulgación de la Ley 21.091 en Chile, un hito importante en el camino hacia una educación superior de calidad y equidad en el país. Esta ley, que establece el marco regulatorio para el Sistema de Aseguramiento de la Calidad, ha sido fundamental para impulsar mejoras significativas en el ámbito educativo chileno. En este contexto, es oportuno reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos futuros en la materia.
Desde la implementación de la Ley 21.091, se ha evidenciado un progreso significativo en Chile. Según expertos, tanto nacionales como internacionales, quienes se dedican al análisis y debate en torno a las distintas aplicaciones de esta normativa que establece el Sistema de Educación Superior, se ha puesto de relieve una convergencia innovadora que está generando un cambio significativo en el panorama educativo del país.
Este enlace, que integra la acreditación con el apoyo financiero para la gratuidad, la asignación de fondos gubernamentales, la ampliación de la variedad de programas académicos, el acceso y la permanencia de los estudiantes, promoviendo la igualdad de oportunidades y la autonomía de las instituciones, ha sido identificado como uno de los aspectos más destacados.
La fusión ha permitido una perspectiva más holística sobre la calidad educativa, enfocándose en la mejora constante y el estímulo de la excelencia académica en todas las instituciones educativas de Chile.
A pesar de estos avances, aún persisten desafíos importantes en el aseguramiento de la calidad en la educación superior chilena. Es fundamental revisar y mejorar los criterios de evaluación utilizados en los procesos de acreditación, asegurando su pertinencia y rigor. Además, es necesario fortalecer los mecanismos de seguimiento y evaluación continua para garantizar que las instituciones cumplan con los estándares establecidos y se comprometan con la mejora constante de la calidad educativa.
En este sentido, es crucial continuar promoviendo una cultura de calidad y excelencia en todas las instituciones educativas, fomentando la investigación, innovación y vinculación con el medio como pilares fundamentales de la formación universitaria. Asimismo, es importante fomentar el diálogo y la colaboración entre todos los actores involucrados en el Sistema con el objetivo de avanzar hacia una educación superior de calidad que responda a las necesidades y aspiraciones de la sociedad chilena.
Por todo lo anterior y, al conmemorar 5 años de la promulgación de la Ley 21.091 en Chile, es importante reconocer los avances logrados en el Sistema de Aseguramiento de la Calidad en la educación superior. Sin embargo, también es necesario enfrentar los desafíos pendientes y trabajar de manera colaborativa para seguir avanzando hacia una educación superior de calidad, inclusiva y relevante para el desarrollo integral de nuestro país.