Un sello que, además de certificar la calidad de los productos, acredita que sus productores pertenecen al pueblo Mapuche y son amigables con el medio ambiente.
En agosto de este año, y luego de dos años de gestiones, la Confederación Económica Mapuche (CEM), que agrupa a empresarios y corporaciones de origen Mapuche, logró patentar ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi) una inédita certificación de origen, “Sello Mapuche”, proyecto que terminó siendo estandarte del plan estratégico de gobierno para la Región de la Araucanía
La CEM, presidida por Jaime Huenchuñir, es dueña de la marca de certificación como sello, pero la gestión no se pudo haber logrado sin la participación y el apoyo de un equipo casi 20 profesionales –un 40% sansanos-, liderados por Carlos Soto, profesor del Departamento de Ingeniería Comercial de la Universidad Técnica Federico Santa María.
“La certificación en sí, es una certificación de origen mapuche para productos para exportación de alto estándar, para lo que trabajamos con agrupaciones mapuche para que sus productos fueran dirigidos para exportación a un mercado en particular tras un desarrollo de investigación de mercado”, explica Carlos Soto. Después, se hizo un desarrollo en mejora de marca, se trabajó para un desarrollo de producto, luego para traducir y localizar sus productos en mercado de destino, posteriormente se desarrolló un marketing digital, planificaciones y capacitación de ventas y de atención al usuario. “Esos son los pasos de trabajo que se realizaron con cada uno de los proyectos, donde también trabajamos con el Ministerio de Desarrollo Social, con el Comité de Desarrollo y Fomento Indígena y con Pro Chile”, completa el profesor.
Para lograr la aprobación del Inapi también contaron con el apoyo de la firma de abogados Albagli Zaliasnik (AZ). “AZ nos ayudó a crear el desarrollo de marca en términos legales porque lo complejo era que esta certificación era con trazabilidad cultural de alto estándar, pensado para exportación y eso no existía en Chile, ni a nivel de países de la OCDE. Entonces, teníamos que hacer todo el desarrollo para plantear este tipo de certificación que no tenía precedente”, expresa Soto.
La primera exigencia para certificar un producto con el “Sello Mapuche” es que la propiedad del producto o de la empresa tiene que ser mapuche, la producción o elaboración tiene que ser por gente de origen mapuche y tiene que estar relacionado con la cosmovisión mapuche, además, debe tener una presentación del producto de alto estándar, para exportación.
Ya a hay 4 emprendimientos certificados: Wallontu Witral (textileras mapuches), a exportar a EEUU; Itinento (frambuesas) para exportar a Australia; Cooperativa Boroa Lupino, para exportar a Brasil; Kawella (café de cebada) dirigido a Italia.