Columna de opinión de Fernando Auat, académico del Departamento de Electrónica.
Chile tiene una tarea pendiente en materia de salud, especialmente con el sistema público. En un escenario caracterizado por largas listas de espera para atenciones con especialistas, la adquisición de tecnología capaz de hacer frente a la inequidad de acceso a una atención de salud resulta indispensable.
Según el Registro Nacional de Prestadores Individuales de la Superintendencia de Salud de Chile, hay aproximadamente mil pacientes por cada médico especialista y, entre las especialidades médicas, la otorrinolaringología se ubica como una de las con mayor déficit en la Región Metropolitana y en el país.
En este escenario, surgió la necesidad de contar con un sistema que apoye el proceso de diagnóstico de patologías al oído sin la necesidad de contar con un médico especialista, facultando a cualquier profesional de la salud a brindar la primera atención en caso dolencias o malestares al oído.
La American Association of Otorhinolaryngology establece que, en la actualidad, existe un margen de error en el diagnóstico de estas enfermedades que va desde un 30% a un 50%. Motivados por esta situación, con mi grupo de investigación GRAI (Grupo de Robótica Autónoma e Inteligente) del Departamento de Electrónica de la Universidad Técnica Federico Santa María, comenzamos a idear innovaciones tecnológicas y científicas que pudieran ser usadas por el profesional de la salud, no necesariamente un especialista, ayudando a descongestionar las listas de espera en la atención pública.
Usando nuestra experiencia en el manejo de técnicas avanzadas tanto analíticas/fenomenológicas como también de inteligencia artificial, y bajo el alero del Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, AC3E, del cual soy investigador titular, propusimos el sistema AMIRA: Advanced Medical Imagery and Reckoning Assistant, como un instrumento para el diagnóstico rápido de once enfermedades frecuentes y/o comunes al oído.
Para la implementación y validación del sistema, contamos con la participación de académicos y científicos médicos del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Bajo estricto rigor bioético, probamos AMIRA en más de 800 pacientes con consentimiento firmado, obteniendo resultados de diagnóstico asertivo en aproximadamente el 97,5% de los casos.
El desarrollo de este sistema, invita a repensar la idea de trabajo multidisciplinario e interdisciplinario: un grupo especialista en robótica con más de una decena de estudiantes de doctorado y magíster, implementa, desarrolla y valida un sistema de diagnóstico rápido (hoy en oídos, pero extendiéndose a nariz y garganta), junto a un equipo de profesionales médicos, a su vez científicos y predispuestos a acompañarnos. La riqueza de tal mezcla de disciplinas abre una oportunidad para Chile y para el mundo, de integrar nuevas tecnologías en miras a hacer el diagnóstico más eficaz y más rápido, sustentando el trabajo que actualmente hace el especialista.
Si logramos que Chile se atreva a adoptar este tipo de herramientas, podemos aspirar a un mejor sistema público de salud, que además sea un ejemplo a seguir.