La casa de estudios despide a uno de sus más destacados profesores del Departamento de Construcción y Prevención de Riesgos, quien también ocupó importantes cargos, como el de consejero superior y director de la Sede Viña del Mar.
Con profundo pesar la Universidad Técnica Federico Santa María comunica el sensible fallecimiento de Rosendo Estay Martínez, quien se desempeñó como consejero superior, director de la Sede Viña del Mar y profesor del Departamento de Construcción y Prevención de Riesgos, contribuyendo de manera significativa al desarrollo y prestigio de nuestra casa de estudios.
Su historia con la institución comenzó en la Escuela de Artes y Oficios, donde obtuvo el título de maestro industrial (hoy técnico). Posteriormente, tras continuar sus estudios de Construcción Civil e Ingeniería en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, regresó a la USM en 1972, para desempeñarse como docente en el Departamento de Construcción y Prevención de Riesgos, especializándose en el área de materiales y técnicas constructivas, acompañando numerosas tesis y proyectos de título.
Además de su rol docente, asumió la dirección de la Sede Viña del Mar en dos periodos, entre 1994 y 1997, y 1998 y 2001, mostrando su compromiso con la gestión académica y el crecimiento institucional. Fue reconocido por la universidad como consejero superior desde el 2002 hasta el año 2008, además de haber sido nombrado como director interino de la Oficina Rancagua en 2009.
Su labor en la Universidad se extendió más allá de las aulas, participando como profesor correferente en el diseño del Salón de Eventos de la Sede Viña del Mar. Con una visión pedagógica que buscaba involucrar a los estudiantes, resaltaba que “hacer clases es una misión delicada”, en la que la información debía transformarse en conocimiento significativo. Del mismo modo, insistía en la importancia de la calidad en la ejecución: “Cualquiera puede construir, pero construir bien, no cualquiera lo hace”.
Un profesional preocupado y cercano
Quienes tuvieron el privilegio de conocerlo, tanto colegas como antiguos compañeros de trabajo, lo recuerdan por su capacidad única de contar historias y su característico sentido del humor, expresado en chistes que provocaban grandes carcajadas durante los almuerzos. Además, muchos destacan su afición por la cocina, su generosidad para entregar consejos y su constante preocupación por el bienestar de su familia.
Rosendo Estay fue un profesor comprometido con sus alumnos hasta sus últimos días, brindando una enseñanza cercana y a la vez exigente. Siempre se interesaba sinceramente por los demás, demostrando amabilidad, generosidad y un carácter estricto orientado a la excelencia y la mejora constante. Estas cualidades, sumadas a su inquietud por transmitir sus conocimientos, marcaron positivamente a sus estudiantes y colegas, dejando en ellos una huella imborrable.
La comunidad sansana lamenta profundamente esta pérdida y hace llegar sus más sentidas condolencias a la familia, amigos y cercanos. Su memoria perdurará en los pasillos, talleres y salas de la universidad, y en la dedicación de quienes forman parte de nuestra casa de estudios.