Universidad Técnica Federico Santa María
A 40 años desde su ingreso a la USM, la generación ELO 1982, de la que forma parte el actual subsecretario de Telecomunicaciones, recorrió las dependencias del departamento, así como los centros basales de la Universidad.
Con la participación del subsecretario de Telecomunicaciones, el ingeniero civil electrónico de la USM Claudio Araya San Martín, un grupo de exalumnos que ingresaron al Departamento de Electrónica en 1982 tuvieron un emotivo reencuentro en la Universidad Técnica Federico Santa María, por la conmemoración de sus 40 años como sansanos.
Esta visita, organizada de forma conjunta por exestudiantes y la unidad académica, fue desarrollada en el Campus Casa Central Valparaíso de la Casa de Estudios y contempló una presentación sobre el actual cuerpo académico y docente del departamento, una muestra fotográfica de los años de estudios, una conversación por videoconferencia y un recorrido por las aulas y laboratorios del Edificio B, así como por los centros tecnológicos de la Universidad: el Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E) y el Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVal).
El Director del Departamento de Electrónica USM, Agustín González, valoró la importancia de mantener vivos los vínculos con los exalumnos, a través de este tipo de instancias, porque “genera oportunidades, ya que son estos profesionales quienes en muchos casos reciben a nuestros estudiantes en práctica y contratan a nuestros egresados, además de aportarnos información valiosa para la formación de nuevos profesionales, por su experiencia y visión sobre cómo se mueve el mercado en el ámbito de la ingeniería electrónica”.
En tanto, el subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya, señaló que actividades de este tipo son una muestra del valor identitario que genera haberse formado en la USM. “Nosotros somos ante todo sananos, aquí hay una demostración de que efectivamente te marca, el haber generado lazos muy profundos en un periodo en que uno florece como persona, y sobre todo con un grupo humano así, en un ambiente así, hace que uno sea sansano para toda la vida”.
Sobre la influencia de la formación en el reciente desafío que asume como autoridad de gobierno, Araya destaca que “este desafío es en un espacio sumamente técnico, menos político de lo que la gente podría creer, y en este tipo de casos tan técnico, un sansano es una buena apuesta, donde además hay la posibilidad de tener muchos disensos y opiniones disímiles, pero en una cultura de escucharnos y conversar bien para llegar a soluciones”.
40 años
El itinerario de actividades del encuentro de conmemoración de los 40 años de la cohorte de 1982 comenzó con una foto grupal en el Patio Central de la Casa de Estudios en Valparaíso, luego continuó en el Auditorio B-221, los laboratorios del Departamento de Electrónica y finalizó con una visita guiada por los centros basales de la Universidad, en el nuevo Edificio de Innovación Tecnológica Bari II, donde les enseñaron parte de las capacidades en ciencia y tecnología de la Institución.
Durante el recorrido por el AC3E, donde los cerca de 30 asistentes fueron guiados por Matías Zañartu y Samir Kouro, director y subdirector del centro, respectivamente, una de las organizadoras del evento, Sandra Torres, destacó la instancia y la buena recepción del Departamento de Electrónica para realizar el encuentro. “Era una fecha que no podía dejarse pasar”, explica, agradeciendo el esfuerzo de los profesores Manuel Olivares y Agustín González.
Sobre la emoción del reencuentro de este curso tras 40 años, la ingeniera civil electrónica afirmó que “yo creo que aparte de la formación profesional que cada uno de nosotros valora. Este título es muy valorado afuera y te da herramientas que te permiten salir adelante en lo que decides enfrentar. También hay una cuestión de afectos muy importante, porque en la época que nosotros estudiábamos uno llegaba a tomar desayuno acá y se iba a las 7 de la tarde, estábamos todo el día juntos con los compañeros, los profesores eran cercanos. Entonces los afectos son muy grandes, y uno tiene que reconocer y agradecer eso, y ojalá replicarlo en nuestros entornos”.