Los 12 deportistas de la «Selección del 71» se congregaron en la casa de estudios para un almuerzo de camaradería e hicieron un recorrido por las dependencias universitarias.
Un histórico momento protagonizaron los exalumnos y rugbistas de la “Selección del 71’”, uno de los equipos más importantes en la historia del rugby de la Universidad Técnica Federico Santa María, los cuales se reunieron presencialmente por primera vez en el Campus Casa Central Valparaíso para celebrar un almuerzo de camaradería a fin de mantener vivo el espíritu deportivo y aportar, desde la vereda de la experiencia, al deporte.
Los 12 exalumnos, varios de los cuales actualmente viven en el extranjero, se congregaron y realizaron un recorrido por el emplazamiento evocando recuerdos de sus años como estudiantes y deportistas, al tiempo en que reflexionaron sobre la actualidad de la disciplina que los ha mantenido en contacto a través de casi cinco décadas.
“No se trata solamente de jugar, se trata de mantener una mentalidad positiva, sobre todo ahora que se está logrando llegar al campeonato mundial este año”, explica el profesor del Departamento de Electrónica, Jorge Pontt, quien, además, agrega que “nos interesa analizar el deporte y ver cuáles son los desafíos que tiene el rugby a nivel mundial y chileno”.
La llamada “Selección del 71’” fue uno de los equipos más importantes de la universidad, participando en campeonatos locales, principalmente en Viña del Mar, contra otras universidades, las escuelas navales y militar e incluso partidos de segunda división. Dentro de esta selección nació una de las figuras más relevantes de este deporte a nivel nacional, Alastair MacGregor, considerado como el mejor jugador de rugby de Chile.
“Es importante para el país el poder masificar este deporte. Que sea conocido y que se juegue y así subir de nivel”, dice MacGregor, quien fue exalumno de Ingeniería Civil Civil, también ofició como presidente de la Federación de Rugby de Chile. “El rugby tiene valores valiosos y sería bueno que los jóvenes pudiesen aprenderlos”.
El deportista, que también jugó en Sudáfrica, explica que el deporte le sirvió a él y a muchos de los colegas de su generación para mejorar incluso en su rendimiento estudiantil, señalando que “el estudio tan intenso que exige la universidad se complementa con el deporte que ayuda a despejar un poco la mente de ese esfuerzo, y desarrolla otro tipo de habilidades”, y agrega que “el deporte complementaba la calidad de vida y hacía que fuéramos más eficientes en el estudio”.
Otro de los exalumnos que se sumó a la reunión fue Humberto Ravest, quien viajó desde Perú, donde reside y trabaja hace algunos años para ver a sus colegas. “Es increíble reencontrarse presencialmente con compañeros de hace 50 años”, señaló.
El sansano participó junto a su antigua selección de un recorrido por el campus en donde encontró “muchos recuerdos”. “Es muy grato apreciar cómo se ha reinventado la universidad. Eso está muy bien y se nota que hay mucho respeto por parte de los alumnos a la misma”, comentó el exrugbista.