La ingeniera civil de la Universidad Técnica Federico Santa María, Milenka Sojachenski, desarrolla su labor en la Dirección Nacional de Aguas del Ministerio de Ambiente de Uruguay, aportando a la planificación de cuencas y a proyectos estratégicos para asegurar la disponibilidad y calidad del agua en un contexto marcado por sequías extremas. Conoce más sobre su historia en el tercer capítulo de “Mentes sin Fronteras”.
La historia profesional de Milenka Sojachenski, hoy consultora senior en la Dirección Nacional de Aguas, está profundamente ligada al manejo y protección del recurso hídrico. Nacida en Montevideo, llegó a Chile a los 20 años para estudiar Ingeniería Civil en la Universidad Técnica Federico Santa María, guiada por la búsqueda de excelencia académica y por un temprano interés en la ingeniería ambiental.
Tras graduarse, realizó un postgrado en Alemania en el Instituto de Hidromecánica de la Universidad de Karlsruhe, para luego regresar a Uruguay. “Aprendí a gestionar la incertidumbre, los miedos, a conocer mis límites y a descubrir fortalezas que quizás no sabía que existían”, recuerda, destacando cómo su formación en la USM moldeó su capacidad para enfrentar desafíos técnicos y personales.
Ya instalada nuevamente en su país, comenzó trabajando en consultorías centradas en recursos hídricos y más tarde asumió la coordinación regional para Sudamérica de la Global Water Partnership. Esa experiencia, afirma, le permitió comprender la dimensión social del agua. “El recurso hídrico no es solo una variable técnica; detrás hay personas, territorios y decisiones que pueden cambiar la vida de una comunidad”.
Su ingreso al Estado se consolidó primero en la Dirección Nacional de Medio Ambiente y desde 2021 en la Dirección Nacional de Aguas, donde participa en la planificación de cuencas y acuíferos a nivel nacional. Su trabajo se vinculó tempranamente al programa Euroclima, financiado por la Unión Europea para fortalecer la gestión del agua en la cuenca del río Santa Lucía, principal abastecedora de Montevideo.
El proyecto se desarrolló en paralelo a la peor sequía en 70 años, que dejó a la capital al borde del desabastecimiento de agua potable. A pesar de la crisis, se incorporaron tele pluviómetros, una sonda multiparamétrica en el embalse de Paso Severino y modelos hidrológicos adaptados para optimizar la toma de decisiones. También se impulsaron iniciativas comunitarias como la evaluación de perímetros de protección de pozos y el monitoreo participativo, herramientas que reforzaron el vínculo entre ciencia, territorio y ciudadanía.
Estos avances permitieron fortalecer la capacidad de respuesta del país ante eventos climáticos extremos y dar continuidad a nuevas iniciativas dentro del Ministerio de Ambiente. Desde su rol, Milenka destaca que “la gestión del agua requiere flexibilidad y planificación simultánea. La crisis de sequía nos mostró que anticipar escenarios ya no es una opción, sino una necesidad”.
Desde 2019, complementa su labor estatal con la docencia part-time en la Universidad de Montevideo, donde imparte la asignatura de Gestión Ambiental. En sus clases integra casos reales del Estado y reflexiones sobre el impacto social de los proyectos. “Lo que me motiva es ver la curiosidad del otro y cómo se apropia de lo que uno transmite”, comenta al describir su experiencia en el aula.
Su paso por la USM continúa siendo un pilar en su identidad profesional y personal. El rigor académico, el trabajo en equipo y la exigencia constante moldearon no solo su conocimiento técnico, sino su visión del esfuerzo y la excelencia. “La excelencia no es un camino, sino una actitud”, afirma, una convicción que guía su trabajo en políticas públicas y resiliencia hídrica.
Puedes conocer la historia completa de Milenka Sojachenski en el tercer capítulo de Mentes sin Fronteras, una iniciativa de la USM que busca visibilizar el impacto global de sus egresados, en el siguiente link.


