Con herramientas innovadoras y tecnológicas, jóvenes del campus Casa Central Valparaíso y la Sede Viña del Mar, trabajan en colaboración con las comunidades en torno a la problemática medioambiental.
Vincular a los estudiantes de diferentes carreras de la Universidad Técnica Federico Santa María con escuelas rurales de la región afectadas por la escasez hídrica, es el foco del proyecto que se encuentra ejecutando la casa de estudios y que fue adjudicado en el marco de la Convocatoria de Educación Superior Regional del Ministerio de Educación.
La idea es fortalecer las capacidades de gestión y control de calidad de agua reciclada, a través de la generación de herramientas innovadoras y tecnológicas, las que serán co-creadas de manera colaborativa entre los jóvenes y las comunidades.
Según comentó el coordinador de la iniciativa, Pablo Sills, profesor del Departamento de Arquitectura de la USM, serán cerca de 90 estudiantes de la USM los que participarán del proyecto al que fueron invitados “a través de distintas asignaturas que pudieran contribuir con las temáticas que considera el proyecto, por lo que la coordinación inicial se realizó con docentes de algunas asignaturas, quienes motivaron e invitaron a sus alumnos a participar”.
El proyecto FSM 2395, denominado “Innovación y colaboración universitaria para combatir la escasez hídrica: mejoramiento de la gestión del agua en comunidades educativas rurales de la Región de Valparaíso”, contempla no sólo la aplicación de los conocimientos disciplinares de los estudiantes al servicio de las comunidades, sino que también un proceso de capacitación y acompañamiento en herramientas de trabajo participativo, considerando que las soluciones que se puedan encontrar tengan presentes los saberes y prácticas locales, logrando propuestas que sean asequibles para su implementación y de acuerdo a la realidad de cada plantel.
Actividades
Se espera trabajar con ocho establecimientos que serán parte del proyecto. En la actualidad ya se han desarrollado tareas con la Escuela Lo Zárate de Cartagena, Escuela Paso Histórico de Putaendo; Escuela Las Palmas de Llay Llay y Escuela El Rincón de Puchuncaví, reuniendo entre todas más de 300 estudiantes.
Dentro de las actividades que se esperan realizar en el marco de la iniciativa, destacan el diagnóstico participativo a las comunidades educativas que incluye a los docentes, estudiantes, asistentes de la educación y apoderados; así como el análisis de la calidad del agua, ejecución de proyectos que se adjudicarán mediante la implementación de un fondo concursable.
Asimismo, tienen planificada la visita de los alumnos al aula interactiva BeeLab ubicada en el Campus Casa Central de la USM y el Centro Avanzado de ingeniería y Electrónica AC3E.
Al respecto, Pablo Sills destacó que “las escuelas rurales son multigrado, es decir, un curso está conformado por dos niveles; nuestros alumnos trabajarán con distintos ciclos, dependiendo la fase del proyecto y las actividades que se desarrollen. Por ejemplo, una de las actividades considera un taller de diagnóstico, donde se invitará a los niños a relatarnos, a través del cuento y el dibujo cuáles son sus experiencias en torno a la escasez hídrica y cómo lo abordan, en otra etapa y de acuerdo con los hallazgos del diagnóstico, se realizarán talleres de educación medioambiental que sean pertinentes a la realidad de cada establecimiento”.
En cuanto a los docentes, el coordinador dijo que “se espera trabajar con los directivos, encargados de Medio Ambiente, docentes y asistentes de la educación, así también con los padres y apoderados, involucrando a toda la comunidad educativa”.
Expectativas
La iniciativa, que tiene una duración de 24 meses, ha convocado en la primera etapa a estudiantes de las carreras de Ingeniería Civil Ambiental, Técnico Universitario en Control del Medioambiente e Ingeniería en Prevención de Riesgos Laborales y Ambientales.
Con relación a las expectativas que se tienen del proyecto, el coordinador precisó que “hemos podido constatar el gran interés de las escuelas porque las universidades contribuyan a su quehacer, y sobre todo nuestra universidad, donde han valorado la preocupación por sus problemáticas. Esto debería ser una constante, considerando que una de las características de la vinculación con el medio es la replicabilidad en el tiempo, compromiso en su desarrollo ‘permanente’ y la continua colaboración con comunidades externas”.
Sills añadió que “es fundamental vincular a nuestros estudiantes con problemáticas sociales, lo que plantea el desafío de generar propuestas innovadoras y particularmente asequibles para las comunidades, buscando un aprendizaje mutuo, escuchando los saberes locales, permitiendo visualizar las problemáticas a una escala humana”.
Además, en el marco del proyecto se llevará a cabo el próximo jueves 8 de mayo, el coloquio denominado “Escasez hídrica en la educación rural”, que contará con la participación de expertos en la materia, quienes expondrán sobre las problemáticas que afectan a los sectores rurales y su impacto en las comunidades educativas, así como las tecnologías disponibles para su abordaje.