La Sede Viña del Mar de la casa de estudios comenzó este segundo semestre con 13 tutores pares que acompañarán a estudiantes de primer año en diversas instancias universitarias.
Con el objetivo de apoyar la integración de los estudiantes de primer año a la vida universitaria, se dio inicio al programa de tutores pares del segundo semestre. Esta iniciativa, impulsada por la Dirección de Acompañamiento en la Trayectoria Académica Estudiantil (DATA-E), busca crear condiciones favorables para el desarrollo integral de los estudiantes.
Como parte del programa se contrata a estudiantes de cursos superiores para desempeñarse como tutores pares, quienes brindan orientación a los alumnos de primer año en diversas áreas, abarcando aspectos académicos, psicoeducativos y administrativos.
Así lo explica, Stefanie Caballero, profesional de acompañamiento de la DATA-E Sede Viña del Mar. «La tutoría comenzó como parte del programa PACE, pero hoy en día se ha ampliado bajo la DATA-E. Ahora, trabajamos no solo con estudiantes del PACE, sino también con aquellos que, según el sistema SAT-E, presentan riesgo académico”.
“En las tutorías, un estudiante de la misma carrera o Departamento, que cursa desde segundo año en adelante, se desempeña como tutor par, acompañando a los estudiantes de primer año en diversas áreas. Este apoyo no se limita a lo académico; también abarca aspectos psicoeducativos, de orientación vocacional, gestión administrativa”, agrega.
Sebastián Aballay, estudiante de Ingeniería en Mantenimiento Industrial y tutor DATA-E, señala que “mi apoyo no se limita al reforzamiento académico, también comparto tips de estudio y consejos para manejar mejor la carga de los ramos. Además, los guío en el sentido de explicarles cómo funcionan las becas y los pagos, aspectos que pueden ser confusos para los nuevos estudiantes. Yo mismo tuve que aprender esto, ya que en su momento no conté con becas y tuve que adaptarme a la vida universitaria, tanto en la modalidad diurna como vespertina. Conozco bien el sistema, y por eso decidí ser tutor PACE”.
«Para mí, ha sido una experiencia enriquecedora porque no solo me permite conocer otras carreras y nuevos métodos de estudio, sino que, al ayudar a otros, también me ayudo a mí mismo”, añade el sansano.
Segundo semestre
Sebastián Aballay actualmente cursa su último semestre en la USM, motivo por el cual sintió la necesidad de retribuir el apoyo que recibió durante su estadía en la casa de estudios, primero como estudiante diurno y luego como vespertino. “Sentí que era el momento de retribuir todo el apoyo que recibí a través del PACE. Ser tutor es mi manera de cerrar este ciclo, y ha sido una experiencia muy positiva. Es algo que valoro mucho porque sé lo importante que es tener apoyo en los primeros años de la carrera.»
En esta misma línea, la profesional de acompañamiento, Stefanie Caballero, detalla que este semestre “hemos realizado cambios en el programa, basados en las evaluaciones semestrales, que indican que los estudiantes se benefician más en las áreas académica y psicoeducativa. Por ello, hemos pedido a los tutores enfocarse más en lo académico, sin descuidar las otras áreas de apoyo”.
En relación a la evaluación que Caballero hace del programa, explica que “aquellos que aprovechan estas instancias suelen valorar la tutoría como un espacio positivo, donde encuentran apoyo, orientación y estrategias que no se les proporciona en otros ámbitos de la universidad. Creemos que este programa es beneficioso tanto para los estudiantes de primer año como para los tutores, ya que estos últimos refuerzan contenidos y desarrollan habilidades transversales importantes para su vida profesional”.
Respecto al perfil de un tutor par, este debe ser un estudiante de segundo año en adelante, con buen rendimiento académico y habilidades comunicativas. Es fundamental que el tutor demuestre cercanía, empatía y la capacidad de apoyar al estudiante desde una perspectiva de igualdad, no solo desde la solidaridad. Se valora el compromiso, dado que, aunque esta es una acción remunerada, conlleva una responsabilidad significativa en la motivación y apoyo de los estudiantes en su proceso universitario.
Finalmente, es necesario destacar que existe una coordinación con los jefes de carrera, quienes tienen conocimiento de los estudiantes en riesgo académico y que son prioritarios para recibir apoyos.
