La Especialidad de la Sede Concepción desarrolló la Ceremonia de Titulación 2020 de su programa vespertino, dictado en Campus San Joaquín.
En el marco de la realización de las ceremonias de titulación y graduación correspondientes a las generaciones 2020, la Especialidad de Prevención de Riesgos de la Universidad Técnica Federico Santa María tituló a los nuevos profesionales de su programa vespertino que se desarrolla en Campus San Joaquín.
El Teatro Aula Magna fue el escenario de esta actividad, desarrollada la tarde del viernes 20 de agosto bajo un estricto protocolo sanitario, con el objetivo de resguardar la salud de la comunidad universitaria.
La ceremonia contó con la presencia del Coordinador de la Especialidad de Prevención de Riesgos, Boris Uribe; la Directora Académica de Campus San Joaquín, Paula Cisternas; y el Jefe de Carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos Laborales y Ambientales, Ricardo Pastenes.
En su alocución, el Coordinador de la Especialidad de Prevención de Riesgos, Boris Uribe, felicitó a los nuevos egresados, destacando que “a partir de hoy, con su diario actuar, forjarán una sociedad en la que valores como la ética, la responsabilidad, el respeto y la austeridad imperen. Confiamos en sus capacidades y conocimientos y, sobre todo, en su compromiso. No se olviden nunca que siempre estaremos aquí para acogerles y acompañarles”.
Tras recibir sus respectivos certificados de título de Ingeniero en Prevención de Riesgos Laborales y Ambientales, los 13 sansanos sellaron su compromiso de servicio a la comunidad a través del tradicional juramento, a cargo de la Directora Académica de Campus San Joaquín, Paula Cisternas.
Finalmente, en representación de los titulandos, Daniel Aguilera señaló con emoción que “hoy podemos decir, con gran satisfacción, que hemos concretado aquella meta propuesta en ese ya lejano 2017”.
El sansano agregó que “durante nuestra estancia en la Universidad, fuimos parte de miles de proyectos e historias en la vida de nuestros compañeros. Algunas muy similares a las nuestras y otras muy diferentes, que contribuyeron en nuestro crecimiento no sólo en lo académico, sino como personas (…) Esas vivencias de no rendirnos y tener la fortaleza de asistir a clases y poder convertirnos en aquello que tanto anhelamos. Si bien hoy es el término de una etapa académica, no es el fin del aprendizaje. Recuerden que lo único imposible es aquello que no se intenta”, reflexionó.