El Departamento de Ingeniería Metalúrgica y de Materiales de la USM, a través de su carrera de Ingeniería Civil de Minas, se ha preocupado de incorporar en su quehacer el desarrollo global sostenible de la industria minera.
Desde 1970, cada 22 de abril se conmemora el Día Mundial de la Tierra, con el objetivo de tomar conciencia de los efectos que genera la actividad humana en el planeta y la importancia de conservar la biodiversidad y el entorno que habitamos.
Esta fecha responde a la búsqueda de un cambio cultural en las personas, para hacer de ellos entes activos en la restauración de los ecosistemas y contribuyentes en sus diferentes roles en la sociedad, y así alcanzar un equilibrio entre las actividades humanas y el cuidado de nuestro planeta, generando una economía sostenible.
Según las cifras indicadas por Naciones Unidas, se espera que la población mundial se incremente de los 7.700 millones actuales a 9.700 millones en 2050, alcanzando un valor de 11.000 millones para 2100. En este contexto, el equilibrio buscado sólo es posible si la misma sociedad humana es capaz de propender al uso racional de estos bienes y servicios, haciendo valer el interés general por sobre el particular.
Minería en armonía con la Tierra
Hoy es fundamental que las actividades humanas necesarias para suministrar bienes y servicios se desarrollen en armonía con la naturaleza y los insumos críticos requeridos para su obtención, como agua y energía, entre otros.
En este contexto, la carrera de Ingeniería Civil de Minas del Departamento de Ingeniería Metalúrgica y de Materiales (DIMM) de la Universidad Técnica Federico Santa María, impartida en Campus San Joaquín, ha hecho propio estos nuevos desafíos de la minería mediante la construcción de un plan de carrera que incluye asignaturas que buscan resolver los problemas de sustentabilidad de la minería mediante la adaptación de tecnologías existentes y el desarrollo de nuevos procesos y tecnologías, para impulsar la industria minera del mañana en una ruta de “cero residuos”.
Según explica el Dr. Rodrigo Estay, Jefe de Carrera de Ingeniería Civil de Minas, “el desarrollo de una minería sustentable se encuentra declarado en la misión de nuestra carrera, que es formar profesionales comprometidos con el desarrollo global sostenible. Esto no es sólo una declaración de principios, ya que queda reflejado en una malla en donde la sostenibilidad del negocio queda reflejada en cursos obligatorios (ciencia ambiental, análisis espacial, procesos IV, negocio minero sostenible), como en cursos electivos (minería y territorio, observatorio de sustentabilidad)”.
El Dr. Estay agrega que “además nos preocupamos de generar instancias en que los y las estudiantes puedan reflexionar en torno a este tema. Particularmente, estos dos últimos semestres se ha realizado el taller llamado ‘Mining your inner resources’, dictado remotamente por el investigador de la Universidad de McGill Elie Abu-Jaoude, en el que se reflexiona en torno al rol individual y al de la industria minera con el medio ambiente y las comunidades”.
Hitos destacados
Desde el año 2013 la unidad se ha posicionado en el sector minero como uno de los principales líderes en la investigación del uso de las sales de cloruro en la lixiviación de minerales sulfurados de cobre de baja ley (menor a 0,4% Cu), considerada actualmente la única alternativa tecnológica para el beneficio de minerales de sulfuros de cobre primario (calcopirita, bornita, entre otros). En esta misma línea, ha propiciado junto con proveedores de la minería, laboratorios metalúrgicos y las empresas de ingeniería, los criterios necesarios para su aplicación en la industria de manera segura para las comunidades, los trabajadores y el cuidado del ambiente. Esta técnica de lixiviación con ciclos metalúrgicos del orden de 150 días permite disminuir los consumos de agua, reactivos y de energía, contribuyendo a la sustentabilidad del proceso.
A esta técnica se suma la invención desarrollada por los académicos del DIMM, Jorge Ipinza y Juan Ibáñez, quienes desde el año 2005, con financiamiento de la empresa K+S Chile (actualmente Sal Punta de Lobos), trabajaron en un prototipo mejorado de tambor aglomerador, que se encuentra patentado en varios países con tradición minera.
“Este reactor permite la recirculación de gases de cloruro de hidrógeno al mismo proceso de aglomerado, reemplazando el uso de lavadores de gases y consecuentemente disminuyendo el consumo de agua y de energía. Actualmente, se proyecta su escalamiento hacia un tamaño industrial y se están gestionando los recursos financieros para su instalación en una operación de pequeña minería”, comenta el Dr. Jorge Ipinza.
Esta línea ha permitido el desarrollo de varias memorias de título en la especialidad, que se suman a las memorias referentes a minería secundaria, realizadas junto con empresas de ingeniería y asociadas al reciclaje de elementos metálicos desde chatarra electrónica, lixiviación de metal blanco y de escorias de fusión/conversión y revalorización de los relaves mineros pasivos y activos.
A estas investigaciones se suma la contribución de la asignatura de asistencia técnica solidaria, que promueve la transferencia de tecnologías y buenas prácticas hacia la pequeña minería, reforzando los principios de la responsabilidad social y permitiendo una vinculación relevante con el sector. Esta actividad, liderada por el profesor Víctor Encina, incluye visitas permanentes a pequeños mineros de la región de Valparaíso y Metropolitana de Santiago.
El año 2018 se desarrolla una nueva línea de investigación orientada a la localización óptima de residuos mineros masivos, como es el caso de la disposición de relaves mineros, permitiendo incorporar información social y medio ambiental para la toma de decisiones en las diversas etapas de un proyecto minero. Un artículo académico desarrollado en esta línea por el profesor Marcelo Pérez, fue reconocido como el mejor artículo presentando en el Congreso Environment, Green Technology and Engineering.
Para el Dr. Ipinza, “la minería de hoy y del futuro debe ser sustentable para crecer de manera sostenible y esto sólo es posible a través de nuevas formas de explotar y procesar los minerales, lo que requiere de un mayor desarrollo de las ciencias y la tecnología para responder a los desafíos de la minería del mañana. Los consumidores finales del mañana exigirán que su producto se asocie con buenas prácticas de sostenibilidad, lo que lleva implícito la trazabilidad de todos los insumos que fueron utilizados para su materialización”, señaló.