Columna de opinión del profesor del Departamento de Electrotecnia e Informática, Denis Riquelme, experto en luminotecnia.
Cada 16 de mayo celebramos el Día Internacional de la Luz, una fecha que nos invita a reflexionar sobre el papel fundamental que la luz desempeña en todos los aspectos de nuestra existencia. Desde la ciencia hasta el arte, la luz es una fuerza motriz que impulsa el progreso humano y la comprensión del mundo que nos rodea.
En los últimos años, hemos presenciado avances importantes en el campo de la luminotecnia que están revolucionando nuestra forma de iluminar y percibir el mundo. La introducción de tecnologías como los LED ha transformado la forma en que iluminamos nuestros hogares, ciudades y espacios de trabajo. Estos dispositivos no solo son más eficientes energéticamente, sino que también nos ofrece un control sin precedentes sobre la calidad y el color de la luz que emitimos.
Mis investigaciones realizadas en colaboración con el Dr. Andrés Martín del Instituto de Investigación en Luz, Ambiente y Visión (ILAV) de la Universidad Nacional de Tucumán, están enfocadas en explorar los límites de la reproducción del color en los LED. Nuestro trabajo en la Caracterización Cromática del LED no solo tiene implicaciones prácticas en la iluminación de obras de arte, sino que también está contribuyendo a ampliar nuestro entendimiento de cómo percibimos y nos relacionamos con el color en entornos iluminados artificialmente.
Además, la conciencia sobre los impactos ambientales de la iluminación artificial está en aumento. La reducción de la contaminación lumínica no solo preserva la biodiversidad y protege los ritmos naturales del mundo, sino que también promueve la salud humana al minimizar las perturbaciones en nuestros ritmos circadianos.
En este Día Internacional de la Luz, especialmente este 2024 donde la celebración gira en torno al lema “La Luz en Nuestras Vidas”, es crucial recordar que la luz es mucho más que una simple herramienta para ver en la oscuridad. Es un catalizador para la innovación, la creatividad y el bienestar humano. Al seguir investigando y desarrollando nuevas tecnologías y prácticas en el campo de la luminotecnia, podemos garantizar un futuro más radiante y sostenible para todos.
