Contemplar la Antártica es adentrarse en un territorio de extremos, donde el hielo esconde no solo paisajes asombrosos sino también oportunidades cruciales para el desarrollo científico y la comprensión de nuestro planeta.
El Día de la Antártica Chilena nos invita a mirar más allá del horizonte, a valorar el compromiso de Chile en la protección y el estudio de este rincón del mundo. La Antártica, con sus vastos campos glaciares, se ha convertido en escenario de cooperación internacional y en laboratorio imprescindible para la ciencia moderna, transformándose en un estupendo ejemplo de gobernanza para la ciencia global.
¿Por qué se conmemora este día?
El 6 de noviembre de 1940, el entonces presidente Pedro Aguirre Cerda fijó los límites del Territorio Chileno Antártico mediante el Decreto Supremo N°1.747, estableciendo jurídicamente la proyección chilena hacia el Continente Blanco. Veinticinco años después, por decreto N°778 de 1965, se instituyó oficialmente el “Día de la Antártica Chilena”. Desde entonces, esta efeméride no sólo conmemora un acto jurídico, sino que reconoce una vocación nacional permanente de presencia, responsabilidad y producción científica en el extremo austral del mundo.
Ciencia, soberanía y el rol transformador del CETAM
La proyección de Chile hacia este continente se plasma en la formalización de su reclamación territorial, pero adquiere un sentido profundo cuando esto se traduce en presencia activa y producción de conocimiento desde las bases científicas, bases que resisten el rigor del clima para sostener investigaciones de gran impacto, lugares donde la labor diaria supera el mero ejercicio de soberanía: allí se cultivan datos vitales para entender los efectos de la contaminación atmosférica sobre la criósfera y el cambio climático, la biodiversidad, fenómenos geológicos y oceanográficos que repercuten en la vida cotidiana de todas las personas, tanto de Chile como del mundo.
Es aquí donde el rol del Centro de Tecnologías Ambientales (CETAM) de la Universidad Técnica Federico Santa María adquiere una relevancia extraordinaria. Recientemente, CETAM ha sido protagonista en las Expediciones Científicas Antárticas ECA 59, 60 y 61 (2023-2025), consolidando un aporte sustantivo a las ciencias ambientales y a la divulgación del quehacer antártico. El trabajo desarrollado por sus equipos revela una Antártica que es mucho más que hielo y viento: es fuente de preguntas urgentes sobre el futuro ambiental global.
Estas expediciones representan un esfuerzo sostenido de CETAM, desde el año 2003 por comprender el impacto de las actividades humanas en la atmósfera, la nieve y el hielo, tanto de la criósfera de la cordillera de los Andes, como de la Antártica, aportando información inédita sobre la presencia de contaminantes, mediciones de albedo y la dinámica del deshielo en el continente blanco, así como sus efectos sobre el cambio climático.
La primera de esta triada es la ECA 59, expedición donde el equipo del CETAM realizó un exhaustivo monitoreo de contaminantes atmosféricos en ocho distintos sitios de monitoreo en la parte Este de la Península Antártica, con el objetivo de evaluar el efecto del black carbon (BC) y de otros contaminantes atmosféricos sobre las propiedades fisicoquímicas de la nieve y el hielo de la antártica, así como la influencia sobre la modificación su albedo, un factor determinante para el balance energético global. A pesar de las condiciones extremas, se instalaron equipos de medición y se tomaron muestras de nieve, aire y agua, aplicando metodologías innovadoras para rastrear contaminantes como metales pesados, iones compuestos orgánicos y BC.
A finales del 2023 la ECA 60 marcó un avance decisivo al extender las mediciones hasta el Glaciar Unión, donde, junto al Desert Research Institute (DRI) de Estados Unidos, se realizaron por primera vez mediciones integrales de contaminantes gaseosos y particulados (aerosoles incluyendo BC atmosférico) en esta parte del polo denominada como la “Antártica profunda”. Estas investigaciones permitieron establecer una línea base sobre el transporte de contaminantes hacia el interior del continente y su influencia en el balance y forzamiento radiativo y sus efectos sobre el deshielo acelerado de los glaciares de la Antártica.
Finalmente, la ECA 61, iniciada el 1 de enero de 2025 junto a la Universidad de Castilla-La Mancha de España, que contempló la realización de una transecta de más de 800 km, donde se tomaron muestras en nada menos que 12 sitios de la parte oeste de la Península Antártica, llegando más allá del círculo polar por vía marítima hasta la Bahía Margarita, donde se consolidaron los hallazgos anteriores mediante un enfoque multidisciplinario que integró estudios atmosféricos, físico-químicos y biológicos. La identificación del aumento y la extensión de la aparición de fenómenos como el bioalbedo, causado por la proliferación de microrganismos que tornan la nieve de color rojo, azul y verde, fue la tónica y la gran sorpresa de la expedición. Esta última misión permitió profundizar en la relación entre la actividad humana y el acelerado retroceso de los glaciares, aportando información esencial para comprender el papel de la Antártica en el sistema climático global y reafirmando el compromiso del CETAM con la investigación polar y la sostenibilidad del planeta.
Pero el valor de CETAM trasciende los límites de los laboratorios, las publicaciones científicas y las expediciones. Gracias a una fuerte vocación de divulgación, los resultados de las investigaciones se presentan en congresos internacionales, se publican también en revistas de divulgación científica y se transmiten a la sociedad a través de actividades educativas o materiales audiovisuales.
En este contexto, CETAM se ha propuesto desarrollar un documental audiovisual de larga duración, que recolecta y destila las experiencias vividas durante estas tres expediciones. El documental se ha estado elaborando con material inédito y original, filmado directamente por los científicos que han participado de estas expediciones, el cual está dividido cronológicamente en las tres ECAs. En un esfuerzo por relevar esta efeméride, este año CETAM realizará el estreno del documental sobre la “ECA 60-Expedición al Glaciar Unión” y una mesa redonda con los científicos protagonistas de este video. El estreno será este viernes 28 de noviembre a las 15:00 horas, en el Edificio T del Campus Casa Central Valparaíso de la USM (más información a través de la web de CETAM), convirtiéndose en una oportunidad inigualable para que el público general acceda al trabajo realizado por los exploradores, conociendo tanto los retos logísticos como científicos que implica la labor en la Antártica y se aproxime al impacto que estos estudios tienen en la vida cotidiana de todas las personas. El video documenta el avance tecnológico junto las experiencias personales del equipo, además de comunicar la importancia de la ciencia como herramienta para la protección y el manejo sostenible de un territorio esencial para el planeta.
Llamado al futuro
En definitiva, el Día de la Antártica Chilena es el punto de partida para reconocer una trayectoria de compromiso a fortalecer la investigación y la cooperación internacional. La Antártica nos desafía a pensar en el futuro, el trabajo de instituciones como CETAM es prueba de que la ciencia puede y debe ser puente entre el conocimiento y la acción, entre la soberanía y la responsabilidad global. En el continente blanco, el hielo se convierte en datos, los datos en decisiones y las decisiones en esperanza para las generaciones futuras.
Invitamos entonces a que en este día se celebre la ciencia, se reafirme el compromiso con la Antártica y se valore cada métrica, cada muestra, cada expedición, como parte de un legado que nos pertenece a todos. ¡Sin ciencia no hay futuro!


