Gracias a la colaboración de distintas generaciones de exalumnos se realizó la tradicional ceremonia de entrega de becas para apoyar la formación académica de los sansanos.
Apoyar el proceso educativo de los estudiantes del Departamento de Electrónica de la Universidad Técnica Federico Santa María y mantener el espíritu solidario de Federico Santa Maria, son los objetivos principales de la entrega de becas que anualmente se realiza gracias al apoyo de las generaciones de exalumnos correspondientes a 1984 y 1982, entre otras, quienes desde el 2004 comenzaron con esta solidaria iniciativa. La ceremonia congregó a profesores, representantes de exalumnos, a los 6 estudiantes beneficiados de las becas el 2023, familiares y amigos.
Quien se refirió a la importancia de esta iniciativa fue Werner Creixell, Director del Departamento de Electrónica, manifestando su orgullo “porque tenemos gran talento de jóvenes esforzados que se han ganado esta beca, están aquí por sus méritos y queremos que sigan aspirando a lograr todos sus sueños”. Además, aprovechó la instancia para agradecer a las distintas generaciones de exalumnos “que son parte de la comunidad de este departamento y una de las fortalezas que tenemos como institución”.
También estuvo presente en la premiación Lili Aliste, representante de la generación de exalumnos de 1984. La ingeniera explicó que “nosotros hace casi 20 años nos propusimos ayudar a estudiantes meritorios, nunca pensamos que íbamos a continuar tanto tiempo después porque no es fácil, pero es gracias a personas del curso que trabajan y colaboran. Nos motiva la solidaridad en el día a día, que es muy importante para hacer vivo el testamento que guía a los sansanos, poniendo a disposición del departamento este aporte que permite a los estudiantes salir adelante”.
Por su parte, el estudiante de cuarto año de ingeniería civil telemática del Departamento de Electrónica, Álvaro Pozo se mostró emocionado por recibir la beca y aprovechó la instancia para agradecer la entrega de este aporte. “Realmente estoy muy orgulloso y es un gran honor pertenecer a esta iniciativa tan bonita que se entrega todos los años. Es mi tercera vez recibiéndola y es un aporte muy importante. Espero que los becados podamos mantener esta iniciativa con los años, porque es fundamental ser solidarios entre nosotros”.
Patricio Valenzuela, exalumno, PHd in Electrical Engineering de la Universidad KTH de Suecia, que recibió la beca el 2007, se dirigió a los sansanos destacando su valor y agradeciendo “los esfuerzos y la constancia invertida en mantener esta gran iniciativa por casi 20 años. Me alegro de ver que ha permeado a diferentes generaciones, aumentado el interés de participar y aportar. Quiero destacar que con el paso de los años se valora aún más este apoyo, como estudiante uno lo ve como un gran gesto, por las limitaciones económicas, pero luego le toma más importancia por el aporte que uno puede retribuir a la sociedad”.
Finalmente, Rafael Cruz, presidente de la Asociación de exalumnos Ex Umbra In Solem, invitó a los estudiantes a continuar con esta tradición solidaria cuyo objetivo es “juntar a los exalumnos y a los actuales estudiantes con la academia y la sociedad, ese es nuestro sentido, poder conectarnos y generar un flujo que nos permita poder ayudarnos. Les deseo mucho éxito a los estudiantes, estamos orgullosos de ellos y de todo lo que nos ha dado la universidad”.