Hernán Paredes fue uno de los creadores de la carrera en la Sede Concepción, donde marcó a muchas generaciones con su carisma y enseñanzas.
En un ameno encuentro, cargado de anécdotas y alegría, se llevó a cabo la despedida del profesor Hernán Paredes, quien trabajo durante 38 años en el Dpto. de Construcción de la Universidad Técnica Federico Santa María en Concepción.
Durante la actividad, el docente recibió un homenaje de sus pares del departamento, y de integrantes de la comunidad universitaria, quienes le dirigieron palabras de cariño y añoranza.
La actividad inició con la presentación de un video con un resumen de la trayectoria de quien fuera Director, Director Académico, Consejero Superior, director del programa de ingenierías vespertinas, jefe de área, jefe de carrera y docente durante su trayectoria en la Sede.
Para Sergio Monroy, Director del departamento, Paredes es un referente no solo profesional, sino también humanamente. “Ha sido siempre una persona que valoró a cada integrante de la comunidad universitaria, que trató de apoyarnos con los distintos problemas y que destacó por su trato humano, dejando la vara muy alta, como quedó manifestado en los testimonios. Para nosotros es un referente. Su experiencia, su política, su muñeca para poder resolver ciertos problemas y tomar decisiones, son pocas las personas que tiene ese carisma y esa experiencia”.
En el transcurso del evento, los presentes agradecieron la entrega y generosidad de Paredes, recordaron anécdotas y le desearon un feliz retiro.
“Para mí fue muy emotivo reencontrarme con rostros conocidos, de personas con las que compartí muchas jornadas, siempre gratas, en las que siempre primo el compañerismo, la amistad y la buena intención. En realidad, yo pensé que iba a venir por un periodo y pasaron 38 años, quedé totalmente anclado con las vivencias que significa trabajar en docencia, estar en contacto con colegas, con juventud que a uno lo mantienen vigente y, porque no decirlo, hasta más joven”, recordó Paredes.
“Lo más importante es poder enfrentar las realidades que tiene esta sede con mucho optimismo y lealtad, sabiendo que hay cosas que pueden aparecer a veces, carencias, pero que siempre todo tiene una solución. La mejor época de mi vida sin duda fue acá con todas las vivencias, también hubo momentos tristes, especialmente cuando algún colega se fue a la eternidad, pero es parte de nuestra existencia y me quedo con los mejores momentos y, sobre todo, con el afecto y el cariño de mis colegas”, concluyó.