La actividad, organizada por el Departamento de Estudios Humanísticos, brindó a los asistentes un espacio de reflexión y análisis en torno al uso de la inteligencia artificial y la implicancia de los sesgos asociados a esta tecnología.
El Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad Técnica Federico Santa María realizó en Campus San Joaquín el coloquio “Dilemas éticos y sociales en el uso de la inteligencia artificial”, con el objetivo de brindar a la comunidad universitaria una instancia de reflexión y análisis respecto a esta tecnología.
La actividad contó con la participación de los expositores Gabriela Arriagada, académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Andrés Tello, académico de la Universidad de Playa Ancha, y Claudia López, académica del Departamento de Informática de la USM, y fue moderada por Daniel Manzano, profesor del Departamento de Estudios Humanísticos.
Según explicó el profesor Manzano, “nuestro propósito era instalar una reflexión sobre la equivocada reducción ‘técnica’ de las tareas, funciones y usos de la inteligencia artificial (IA), relevando la importancia de aspectos sociales y políticos en su producción e impacto”.
Durante la actividad, los expositores abordaron cómo las tecnologías contribuyen a la reestructuración de normas, identidades y valores en diferentes contextos sociales; los impactos controversiales o problemáticos de la IA en la sociedad; los orígenes de los sesgos de algoritmos; las limitaciones al pensamiento crítico derivadas del uso de la IA, y las particularidades del régimen de producción de la inteligencia artificial.
“Como Departamento de Estudios Humanísticos estamos muy satisfechos con los resultados de la actividad, sobre todo por la estimulación intelectual expresada en la participación de estudiantes. A su vez, esta actividad permitió reforzar la necesaria articulación del área STEM con las ciencias sociales y humanidades para pensar diversos fenómenos y problemas complejos, como lo es la producción y uso de IA”, aseguró Manzano.
Cambio de mirada
Tras las charlas de los expositores, se dio espacio a una ronda de preguntas del público, en la cual se dio un especial énfasis al rol que cumplen los sesgos en la IA y su impacto en el desarrollo del pensamiento crítico, así como en los desafíos que esta tecnología nos impone como sociedad.
Para Gabriela Arriagada “es fundamental entender la inteligencia artificial como un sistema sociotécnico. Las transformaciones tecnológicas, y en particular la IA, no solamente está moldeando nuestra manera de hacer las cosas, no es solo una herramienta que nos permite generar diferentes resultados, sino que también tiene efectos en nuestras identidades, roles y normas”.
“Cuando hablamos de los sesgos, hablamos de relaciones de poder. El desafío no es solo ético, sino que implica cambiar las prácticas y los modos”, comentó Andrés Tello, quien afirmó que “los sesgos son dinámicos, por lo que es necesario pensar las tecnologías de IA como agentes que no son necesariamente objetivos, no son neutrales, y que tienen la capacidad de alterar relaciones sociales y modificar conductas. Cuando hay un nuevo dispositivo o tecnología debemos pensar de una manera más integrada, cuestionarnos para llegar a ponderar las consecuencias de un nuevo agente no humano que entra en relaciones humanas”.
Por su parte, Claudia López señaló la importancia de generar un cambio de mirada. “No existe un dualismo entre lo social y lo técnico, no son paralelos, y si seguimos creyendo en ello solo vamos a ver más efectos negativos de la inteligencia artificial”.
La académica de la USM agregó: “debemos poner la técnica al servicio de problemas sociales complejos. Desde la ingeniería tenemos que preocuparnos de cómo construimos infraestructura sociotécnica en un espacio donde hay personas y agentes tecnológicos que en conjunto se coordinan, y somos nosotros los humanos todavía los que decidimos cómo coordinar. Así podremos enfrentar los desafíos tan grandes que tenemos, como lo son la verdad y el cómo sostenemos los valores que están detrás de la ciencia, para que efectivamente podamos confiar en sus hallazgos en diez años más. Nuestro rol no es el solucionismo, sino que es ser parte de soluciones donde hay distintos actores que tienen un rol específico”, concluyó.
