El premio fue creado el año 2002 por la Universidad Andrés Bello, para distinguir a personalidades del país por su aporte en diferentes áreas del quehacer nacional. Este año el mérito en Ciencias ha recaído en el Dr. Iván Schmidt, físico y académico de la USM.
“Lo que he hecho siempre ha sido con otras personas. Nosotros trabajamos en equipo, siempre es un grupo bastante grande de gente el que se reúne y quizás el reconocimiento debería ser para el conjunto completo, lo que hemos hecho en el Grupo de Física de Altas Energías de la Universidad”. Así respondió el Dr. Iván Schmidt al conocer que el próximo miércoles 10 de noviembre recibirá el Premio al Mérito en Ciencias que entrega anualmente la Universidad Andrés Bello.
Schmidt es físico teórico chileno, académico de la Universidad Técnica Federico Santa María, donde fundó el Centro Científico Tecnológico de Valparaíso. Egresó de Ingeniería Electrónica en esa misma universidad para posteriormente obtener su maestría en física en la Universidad de Pittsburgh y su doctorado en la Universidad de Stanford.
Es profesor Emérito de la USM y durante su destacada carrera, ha obtenido innumerables reconocimientos, como el Premio Municipal de Ciencia y Tecnología en Valparaíso en el año 1996 y la Cátedra Presidencial en Ciencias en 1997.
El Dr. Schmidt, junto al físico estadounidense Stanley Brodsky desarrolló los principios teóricos básicos de la generación de átomos de antimateria, uno de los descubrimientos más notables del siglo. En base al método propuesto por ambos investigadores, científicos suizos crearon en 1997 los primeros átomos de antimateria que registra la historia científica mundial.
En 2007, fue uno de los impulsores del establecimiento en Chile del área experimental de Física de Partículas, al incorporar a un grupo chileno de científicos en colaboración con el experimento ATLAS del Gran Colisionador de Hadrones LHC del laboratorio europeo CERN. En estos experimentos, se descubrió en 2012 el Bosón de Higgs, la última partícula que faltaba en el llamado Modelo Standard de interacciones fundamentales, que había sido predicha en la década de 1960, pero que hasta entonces había sido imposible de descubrir experimentalmente.
En 2010 fue investido oficialmente como miembro de la Academia Chilena de Ciencias, siendo reconocido por sus pares por su destacado aporte al desarrollo científico del país.
“Es bonito recibir el reconocimiento de gente que aprecia lo que uno ha hecho, pero insisto en que ha sido un trabajo en conjunto, no es una cosa que yo haya hecho solo. Casi todas las publicaciones han sido en colaboración con otros investigadores”, recalca el destacado investigador.
