En entrevista con El Mostrador, el académico Francisco Cereceda advirtió sobre los impactos de la Emergencia Climática, crisis que requiere de medidas extraordinarias que aún no existen en nuestro país.
El 76% de nuestro territorio está afectado por la sequía y desertificación. Tras la alerta respecto al calentamiento global que emitió el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), en el que se alerta sobre la urgencia de disminuir la temperatura del planeta, surgen dudas sobre el apremio con que debe tratarse la escasez hídrica en Chile.
Sobre esta urgencia, el director del Centro de Tecnologías Ambientales y profesor del Departamento de Química de la Universidad Técnica Federico Santa María, Francisco Cereceda –experto en el estudio de la química de la nieve y su impacto en el retroceso de los glaciares, en especial de aquellos de la zona centro del país– expresó que la falta de precipitaciones ha ido variando en los últimos años, lo que contribuye a una extensión de la desertificación hacía la zona central.
“El 2019 sigue siendo hasta ahora el año más seco de las últimas décadas y el 2021 hasta ahora se está pareciendo mucho a julio del 2019. Si no se hace nada respecto al cambio climático, o si se sigue haciendo lo mínimo como hasta ahora, las predicciones indican, claramente, que vamos a pasar sobre los 1,5 grados, que es el límite que se ha puesto el IPCC, aumento de temperatura donde los cambios son irreversibles”, advirtió Cereceda.
Según Cereceda, el régimen de precipitaciones de la zona central está cambiando y eso implica un cambio en la intensidad, la durabilidad y la concentración de las precipitaciones. De hecho, hace 10 años, con los antecedentes que se disponía en esa época, señaló que al 2050 la población de Santiago aumentaría en 1,8 millones de habitantes y el embalse El Yeso disminuiría a la mitad en su volumen histórico. «Lamentablemente mis predicciones fueron al parecer optimistas en ese entonces, ya que el año 2020 el volumen histórico de este embalse ya ha disminuido a la mitad. Es decir, esta predicción se cumplió 30 años antes», sostuvo.
“La distribución de las precipitaciones en Chile está variando de manera importante, entonces, la desertificación se está desplazando, el desierto viene avanzando hacia la Quinta Región y la Región Metropolitana, por lo tanto, las zonas climáticas que nosotros habitualmente conocemos como zonas climáticas mediterráneas se van a ir desertificando y el patrón de lluvia se irá corriendo. Eso significa, de acuerdo a esta línea de análisis, que hay una disminución de las precipitaciones y del régimen de las precipitaciones (líquidas y sólidas), no solamente en la intensidad, sino también en la cantidad y la durabilidad”, agregó.
Actualmente, la medida que se utiliza en casos de emergencia hídrica es el Decreto de Escasez Hídrica, emitido por la Dirección General de Aguas (DGA), el que tiene una vigencia de seis meses y entrega varias herramientas a la autoridad para disminuir los efectos ocasionados por la sequía y focalizadas especialmente en sectores rurales. En mayo de este año se habían emitido 16 Decretos de Escasez Hídrica, los que involucran a 101 comunas de distintas regiones del país.