En el nuevo capítulo de Más ciencia + innovación se presenta la investigación, liderada por el Dr. Patricio Arrué, que propone una prueba breve y no invasiva que evalúa la interacción entre corazón y músculo para detectar alteraciones tempranas asociadas a la enfermedad de Parkinson.
Detectar el Parkinson antes de que aparezcan los síntomas visibles es uno de los principales desafíos en el abordaje de esta enfermedad neurodegenerativa. Con ese objetivo, la Universidad Técnica Federico Santa María impulsa un proyecto de investigación liderado por el Dr. Patricio Arrué, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica, orientado al desarrollo de un test rápido y accesible para el diagnóstico temprano del Parkinson, basado en la evaluación del sistema nervioso autónomo.
El Parkinson puede alterar funciones involuntarias esenciales —como la respiración y la frecuencia cardíaca— mucho antes de que se manifiesten signos clínicos evidentes, como los temblores. Frente a este escenario, la investigación se centra en cuantificar la desregulación del sistema nervioso autónomo mediante una prueba simple y de corta duración. Según explica el académico, “este proyecto tiene como objetivo desarrollar y validar una nueva prueba objetiva para la detección temprana del Parkinson, la que cuantifica la interconexión cardíaco-motora y la dinámica de la frecuencia cardíaca durante un ejercicio físico rápido”.
La prueba se realiza en solo 20 segundos y consiste en movimientos rápidos de flexo-extensión del brazo. Durante el ejercicio, sensores inerciales registran el movimiento, mientras un electrocardiograma portátil mide la frecuencia cardíaca antes, durante y después de la actividad. A partir de estos datos, el equipo analiza la interacción entre corazón y músculo, cuya alteración podría evidenciar disfunciones asociadas a etapas tempranas de la enfermedad.
El Dr. Arrué explicó que “se utilizará un electrocardiograma y un giroscopio en los sujetos mientras realizan flexiones y extensiones rápidas y repetitivas del brazo durante 20 segundos, extrayendo información cardíaca y motora de forma dinámica para evaluar la desregulación autonómica”. Este enfoque permite identificar cambios fisiológicos sutiles que no son detectables mediante evaluaciones clínicas tradicionales.
La relevancia de este desarrollo radica en que, al momento del diagnóstico convencional del Parkinson, cerca del 50 % de las neuronas dopaminérgicas ya se han perdido. En cambio, este test permitiría identificar el deterioro cuando la pérdida neuronal aún es considerablemente menor, abriendo la posibilidad de intervenciones más tempranas y efectivas.
Proyección hacia la medicina del futuro
Además de su potencial clínico, el proyecto abre nuevas perspectivas en el acceso al diagnóstico. El investigador destacó que la masificación de dispositivos portátiles permite proyectar esta prueba hacia el ámbito domiciliario. “Esto mejora sustancialmente la calidad de vida de las personas y apunta hacia el futuro de la medicina, que busca predecir la enfermedad antes de que aparezcan síntomas severos”, indicó.
En esa línea, el desarrollo podría integrarse a tecnologías de uso cotidiano, como relojes inteligentes, facilitando un prediagnóstico temprano desde el hogar y ampliando el acceso a herramientas preventivas, especialmente en contextos con menor cobertura especializada.
Este trabajo es presentado en el octavo capítulo de Más ciencia + innovación, “Parkinson: test rápido para el diagnóstico temprano”, disponible para su visualización aquí.


