La investigación, liderada por la Dra. Valeria Palma, utiliza insectos como bioindicadores para desarrollar herramientas de monitoreo ambiental más precisas, locales y menos invasivas, orientadas a proteger la biodiversidad y la salud de los ecosistemas.
La observación de insectos como aliados clave para comprender el estado del medioambiente es el eje del proyecto que desarrolla la Universidad Técnica Federico Santa María, liderado por la Dra. Valeria Palma, académica del Departamento de Química y Medio Ambiente en la Sede Concepción, quien investiga cómo la diversidad y presencia de insectos permite evaluar la calidad del aire y del agua en distintos territorios.
Los insectos cumplen funciones esenciales en los ecosistemas, como la polinización, el control natural de plagas y el soporte alimenticio de numerosas especies. Sin embargo, la contaminación del aire y del suelo amenaza especialmente a los insectos nativos, alterando el equilibrio ecológico. Frente a este escenario, la investigación propone utilizarlos como bioindicadores, capaces de integrar en el tiempo los efectos de la contaminación química y física. Como explica la académica, “los organismos que habitan estos ambientes integran esos efectos a lo largo del tiempo, transformándose en verdaderos sensores vivos de la contaminación”.
A diferencia de los métodos tradicionales de evaluación ambiental, basados principalmente en mediciones fisicoquímicas complejas y costosas, este enfoque permite generar información más cercana y comprensible. En el caso del aire, el uso de insectos como bioindicadores aún es incipiente, por lo que el proyecto busca avanzar en la asociación entre distintos niveles de contaminación atmosférica —como material particulado o CO2— y cambios en la diversidad, riqueza y composición de las comunidades de insectos. “Esperamos encontrar una relación negativa entre el nivel de contaminación y la presencia de polinizadores nativos, que son mucho más eficientes que especies invasoras”, indicó la Dra. Palma.
Bioindicadores locales para un monitoreo más preciso
En ambientes acuáticos, los insectos han sido utilizados como indicadores de calidad desde hace décadas. No obstante, gran parte de los índices existentes fueron desarrollados en otros países y no siempre reflejan adecuadamente las condiciones locales. En este contexto, el proyecto apunta a generar información propia que permita ajustar estos indicadores a la realidad regional. “Uno de nuestros objetivos es fortalecer y adaptar estos índices con datos locales, mejorando la toma de decisiones en gestión ambiental y el monitoreo de ecosistemas acuáticos”, señaló la investigadora.
El trabajo se desarrolla en el Laboratorio de Entomología de la Sede Concepción, donde recientemente se incorporó una cámara de temperatura y humedad controlada que permitirá criar insectos en condiciones estandarizadas. Esta nueva infraestructura fortalece la investigación y abre oportunidades de formación práctica para estudiantes y tesistas, además de proyectar futuras colaboraciones con otras instituciones.
Más allá de la generación de conocimiento científico, la investigación busca desarrollar herramientas simples y rápidas para el monitoreo ambiental, promoviendo una relación más cercana entre las personas y su entorno. Como destacó la Dra. Palma, entender a los insectos como aliados “es también cuidar la biodiversidad y el equilibrio del planeta”, integrando ciencia, educación ambiental y políticas públicas orientadas a la sostenibilidad.
Este trabajo es presentado en el séptimo capítulo de Más ciencia + innovación, “Insectos centinelas: bioindicadores de la salud ambiental”, disponible para su visualización aquí


