El reconocimiento, a nombre de Graciela Muñoz Marazzi, fue instalado en el auditorio del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental durante una ceremonia solemne que congregó a autoridades, profesores y funcionarios de la casa de estudios.
Un reconocimiento de carácter histórico se realizó el pasado 11 de abril en el auditorio del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental, en el cual las autoridades de la Universidad Técnica Federico Santa María homenajearon a Graciela Muñoz Marazzi, primera mujer en titularse de ingeniera en 1964 en la casa de estudios.
La destacada exalumna y académica, que estuvo presente durante la ceremonia en compañía de su familia, recibió las palabras del rector, Juan Yuz, y el director del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental, Claudio Acuña, quienes subrayaron, entre otras cosas, la “perseverancia y dedicación” de la sansana en su campo de estudio, para luego proceder a la instalación de una placa conmemorativa con su nombre en el auditorio del departamento.
“Me alegra poder liderar este acto de merecido reconocimiento”, afirmó el Doctor Yuz, añadiendo en torno a la homenajeada que “admiro su resiliencia y su capacidad académica”. En ese sentido, el rector aseguró que “estamos haciendo un acto de justicia y reconocimiento necesario que nos ayuda a pavimentar el camino para las futuras líderes de la ingeniería, ciencia y todas las disciplinas que cultivamos en esta universidad”.
En ese aspecto, Graciela Muñoz no solo fue una estudiante importante dentro de la historia sansana, sino que, tras titularse exponiendo la tesis “Análisis espectrográfico de Hidrocarburos”, se desempeñó como profesora a lo largo de 14 años en la casa de estudios, en la que, junto a otras colegas, fundó el Jardín infantil sansanito, con el objetivo de recibir a los hijos de las funcionarias de la universidad.
Al respecto, el rector aseguró que “gracias al aporte de alumnas y profesoras como Graciela, hemos hecho avances en la reducción de brechas de género”, pero admitió que “aún nos falta mucho”.
Un reconocimiento a la valentía
Antes de dar paso al destape de la placa, el director del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental tuvo “el honor de poder recordar a la primera mujer ingeniero químico”. En breves palabras, Claudio Acuña manifestó que uno de los reconocimientos hacia la destacada profesional tiene que ver con “la valentía de atreverse y perseverar en una carrera que es compleja”.
El final de la ceremonia se dio con la revelación de la placa y el anuncio que, de forma oficial, el auditorio del departamento pasará a llevar el nombre de “Auditorio Graciela Muñoz Marazzi”, un reconocimiento que marca un precedente importante en los más de 90 años de la casa de estudios.
Por último, Graciela Muñoz tomó la palabra para agradecer el homenaje y la oportunidad de recordar “tantas vivencias” en, ahora, compañía de sus hijos y nietos. La exalumna y docente también afirmó que el campus “fue mi segunda casa y me permitió desarrollarme en muchos aspectos. Las paredes contienen mucho más que salas y equipos para mí”.