Universidad Técnica Federico Santa María
El Modelo Educativo de toda institución implica la declaración de los principios filosóficos, epistemológicos y pedagógicos, que orientan un proceso formativo. Confiere un marco referencial para las decisiones académicas, que deben concretarse en la gestión de los procesos de formación, de manera que se implementen apropiadamente sus lineamientos y fundamentos, asociados a los preceptos que emanan de la Historia, Valores, Misión, Visión y Políticas Estratégicas institucionales.
“El Modelo Educativo de la Universidad Técnica Federico Santa María, promueve la formación integral del estudiante de pre y postgrado con una sólida base en ciencias, tecnología, ingeniería y matemática, preparándolo para actuar con pertinencia en la realidad nacional e internacional, formando personas íntegras, autónomas, respetuosas de la diversidad, capaces de trabajar colaborativamente, de crear, compartir y aplicar el conocimiento, adaptándose a los escenarios cambiantes en su ejercicio profesional y científico. En este contexto, el modelo se hace cargo de la igualdad de oportunidades, el uso de nuevas metodologías de aprendizaje apoyadas por las tecnologías de información y comunicación, la formación de un pensamiento reflexivo, crítico e innovador, comprometiéndose con los desafíos que plantean el escenario profesional, el cuidado del medio ambiente y los procesos sociales, todo esto sin descuidar la identidad marcada por el compromiso social según mandato testamentario del fundador”.
A fin de establecer un marco orientador de los procesos de innovación metodológica, es necesario definir los factores clave que enmarcan los fundamentos descritos anteriormente y que centran la actividad formativa en el aprendizaje de los estudiantes.
La actividad docente es un factor esencial en este proceso, guiando y apoyando la gestión del conocimiento donde el rol del estudiante es central. Se entienden los roles del profesor, del instructor y del ayudante de docencia como moderadores de los procesos de enseñanza-aprendizaje; actores esenciales en permanente perfeccionamiento, tanto en los aspectos metodológicos para la formación docente como en su disciplina, a fin de generar las mejores condiciones para el desarrollo integral de los estudiantes.
De esta manera, se busca que las metodologías de enseñanza-aprendizaje apoyen significativamente a que los estudiantes desarrollen una actitud creativa, capacidad de descubrimiento y reflexión. Así también, se espera que los espacios de formación, como salones de clases, talleres y laboratorios, los espacios de práctica profesional y contacto con el medio laboral, constituyan áreas de experimentación y demostración práctica que se necesita para entender el ejercicio de la profesión. Estos espacios constituyen, además, instancias de construcción y aplicación de conceptos, procedimientos, normas de seguridad, salud ocupacional, la relación social con pares y superiores, y de gestión para los estudiantes. En definitiva, espacios de integración curricular. Finalmente, se espera que los equipos docentes, profesores, instructores y ayudantes de docencia a cargo del desarrollo del currículo, del dominio y la experticia disciplinar, demuestren su capacidad pedagógica al momento de desarrollar la docencia, y que esta se refuerce y actualice sistemáticamente en un proceso de mejora continua.