Documento también fue firmado por la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, quien valoró el respaldo entregado por los rectores de las cuatro instituciones académicas a la candidatura que impulsa dicha cartera.
Su total e irrestricto apoyo a la postulación de la ciudad de Valparaíso como sede de la Secretaría del Acuerdo para la Conservación y Uso Sostenible de la Diversidad Biológica Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ, por sus siglas en inglés), entregaron los máximos representantes de las cuatro universidades que integran el Consejo de Rectores de Valparaíso (CRUV).
Su respaldo lo hicieron efectivo, de manera conjunta, mediante la firma de una declaración pública en la que, además, expresan el compromiso de sus instituciones a seguir trabajando de manera mancomunada, inclusiva y coordinada, para el logro de ese importante objetivo.
El documento fue suscrito por Osvaldo Corrales, rector de la Universidad de Valparaíso y actual presidente del CRUV; Nelson Vásquez, rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Carlos González, rector de la Universidad de Plana Ancha, y Juan Ignacio Yuz, rector de la Universidad Federico Santa María, en cuyo salón del Consejo Superior se materializó su rúbrica y se dio a conocer su contenido.
La declaración también fue refrendada por la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, quien estuvo presente en la ceremonia en que los rectores estamparon sus firmas, ocasión en la que valoró y destacó positivamente el apoyo entregado por las instituciones académicas que integran el CRUV a la candidatura que impulsa dicha cartera.
También asistió el vicepresidente del Senado, el senador Ricardo Lagos Weber, quien en los últimos años se ha transformado en uno de los principales impulsores -desde la esfera política- de la cultura oceánica y la defensa de los mares para la biodiversidad, el clima y el desarrollo humano sustentable, a nivel local, regional y nacional.
Importancia científica
El texto suscrito por los rectores de las cuatro universidades del CRUV parte señalando que nuestro país se ha destacado por una especial preocupación por el océano, tanto en lo que se refiere a la preservación de sus ecosistemas, como al uso sostenible de los recursos que alberga. “En particular, la política exterior de Chile ha puesto al océano en sus prioridades, promoviendo acciones internacionales para un mayor conocimiento de sus dinámicas y para su conservación”, consigna.
Sobre este punto, el documento precisa que dichas prioridades son también un reflejo de las políticas nacionales, que han llevado al establecimiento de áreas marinas protegidas que cubren más del 43% de las aguas jurisdiccionales del país.
“Todo este esfuerzo es acompañado también por el trabajo fundamental que realizan las universidades y centros de investigación en Chile. La expansión del conocimiento sobre el océano redunda en mayores beneficios para el país, por medio de una mejor protección del océano y su importancia para la seguridad alimentaria y el desarrollo de productos derivados del uso sostenible de sus recursos genéticos”, afirman los rectores en el documento.
Por lo anterior, los representantes del CRUV plantean que el acuerdo BBNJ, en el espacio definido por la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar, entrega un marco fundamental para seguir impulsando esta visión, al potenciar el desarrollo del conocimiento científico y reconocer que la protección del océano debe estar basada en este último, junto con establecer una institucionalidad que ha de velar por proveer la evidencia necesaria para respaldar las acciones que se adopten en tal sentido.
“Por estas razones, y en seguimiento de la prioridad que tiene el océano para Chile, como parte de nuestra política exterior se ha levantado la propuesta para que la secretaría del Acuerdo BBNJ se instale en Valparaíso. En este sentido, la postulación de Chile se nutre de la tradición oceánica de nuestro país, y busca también ser una contribución a la descentralización de la gobernanza global de las Naciones Unidas, que actualmente está fuertemente concentrada en los países desarrollados. En consideración a lo anterior, (…) manifestamos nuestro apoyo a la postulación de Valparaíso, y nos comprometemos para seguir trabajando de manera mancomunada, inclusiva y coordinada para el logro de este importante objetivo”, concluye la declaración suscrita por los rectores de las cuatro universidades del CRUV.
Alianza entre academia y política pública
Tras firmar la declaración, la subsecretaria de Relaciones Exteriores comentó que el paso dado en conjunto por las cuatro universidades tradicionales de la Región de Valparaíso, mediante la validación de dicho documento, asume como propio el hecho de que el acuerdo no solo reconoce la necesidad de proteger el océano, sino que también establece una institucionalidad que pondrá a la ciencia al centro de la toma de decisiones.
“Es en este punto donde la postulación de Valparaíso como sede de la secretaría del BBNJ cobra todo sentido. Valparaíso no solamente tiene una historia oceánica rica y profundamente arraigada, sino que además es el hogar de universidades y centros de investigación de excelencia que han contribuido al conocimiento científico marino con una mirada interdisciplinaria y comprometida con el desarrollo sostenible. Esta alianza entre la academia y la política pública es lo que permite soñar con la secretaria de BBNJ, para que junto con cumplir su función administrativa también se convierta en un verdadero polo de innovación, diálogo y cooperación internacional”, sostuvo Gloria de la Fuente.
La subsecretaria de Relaciones Exteriores culminó su intervención invitando a las universidades del CRUV a visibilizar el trabajo que hasta ahora se ha hecho en esta materia.
“Es importante proyectar no sólo el contenido del Acuerdo para la Conservación y Uso Sostenible de la Diversidad Biológica Fuera de la Jurisdicción Nacional sino también la relevancia de avanzar en el desarrollo de la ciencia oceánica”, concluyó.
Polo de desarrollo
Por su parte, el rector de la Universidad de Valparaíso y presidente del CRUV, Osvaldo Corrales, reiteró el respaldo de las universidades regionales a la iniciativa, tanto en lo concerniente a su labor académica y de investigación como en lo relativo a la posibilidad de que, a través de ellas, Chile pueda ampliar su acceso a redes científicas internacionales del más alto nivel.
“Nuestras universidades reconocen y avalan la política que Chile ha seguido y fomenta en materia de preservación del océano, desarrollo sostenible y protección de la biodiversidad y los ecosistemas marinos. En ese sentido, una de las tantas fortalezas que posee Valparaíso es la de ser sede de cuatro potentes universidades tradicionales, cuya visión y trabajo científico en este campo goza de gran reconocimiento, por su visión multidisciplinaria. Por consiguiente, para nosotros tiene todo el sentido que la secretaría del BBNJ tenga su sede en Chile y, por cierto, en Valparaíso”, argumentó Corrales.
En tanto, el rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Nelson Vásquez, comentó que la opción de que Valparaíso pueda llegar a ser la sede de la secretaría del Acuerdo BBNJ seguramente contribuirá a cambiar el estado de ánimo y de opinión de sus habitantes, atraer inversiones y poner a esta ciudad de nuevo en la agenda.
Una opinión similar esbozaron los rectores de la Universidad de Playa Ancha y de la Universidad Técnica Federico Santa María, Carlos González y Juan Ignacio Yuz, respectivamente, quienes a su vez aseveraron que esta candidatura hará posible volver a asociar a Valparaíso con el concepto de “ciudad universitaria” y a definirla como lo que debe ser: un potente polo de desarrollo científico, de las artes y la cultura, capaz de irradiar conocimiento al resto de país y el mundo, como parte de una propuesta que enfatiza el rol de Chile y de esta ciudad en el desarrollo del Derecho del Mar y la protección de los ecosistemas marinos.