El material fue desarrollado como parte de la Incubadora +Ciencia, programa que articula a la casa de estudios a través del AC3E, con comunidades educativas, para promover el uso de herramientas científicas en la primera infancia.
Acercar conceptos de comunicación inalámbrica a niñas y niños de dos a cuatro años mediante el juego fue el desafío asumido por la Incubadora +Ciencia, iniciativa que articuló a educadoras de la Región de Valparaíso con investigadores del Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E) de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), en el desarrollo de un material pedagógico con enfoque lúdico y científico.
La propuesta fue impulsada por el Proyecto Asociativo Regional (PAR) Explora Valparaíso del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y es ejecutada por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. A través de esta iniciativa, se generó un trabajo colaborativo entre educadoras de jardines infantiles y escuelas públicas, investigadoras e investigadores del AC3E, y el equipo Explora, con el objetivo de traducir el conocimiento científico en herramientas didácticas aplicables en el aula.
“La Incubadora busca unir y trabajar colaborativamente entre la comunidad educativa y la comunidad científica de las universidades de la región”, señaló Abigaíl González, encargada de Investigación y Desarrollo de Explora Valparaíso. “El objetivo es que el conocimiento que se genera en los centros de investigación tenga una bajada pedagógica efectiva, gracias a la experiencia de las profesionales que aplican ciencia en las aulas”.
Un “tesoro” con sello regional
Tras un semestre de trabajo, el equipo —compuesto por siete educadoras y técnicas de jardines infantiles y escuelas de Cabildo, Quilpué, Santa María, Llaillay y Villa Alemana; dos investigadores del AC3E, Melissa Diago y Alejandro Weinstein; y el equipo Explora Valparaíso— dio vida al maletín “El tesoro de los mensajes invisibles”.
El material introduce conceptos básicos de la comunicación inalámbrica —como códigos y patrones— a través de tres estaciones de juego, basadas en el modelo de indagación PIPE, donde los párvulos aprenden a comunicarse mediante sonidos, colores y la combinación de ambos, emulando cómo se transmiten mensajes sin cables.
“La perspectiva de las educadoras es central en esta creación, porque somos las expertas en el aula. Conocemos el proceso de desarrollo de los niños, sabemos cómo aprenden y qué necesitan para proyectar sus aprendizajes”, destacó Ana Mercado, educadora de la Escuela Teniente Serrano de Quilpué, con experiencia en el Programa de Indagación para Primeras Edades (PIPE) e integrante de la Incubadora.
“Conectar los mundos de la ingeniería y la educación de párvulos permite crear soluciones para la formación que no se podrían lograr trabajando de manera aislada”, reflexionó Alejandro Weinstein, investigador del centro AC3E de la USM. El también académico valoró el proceso por permitirle conocer la realidad y desafíos de las educadoras, subrayando que, pese a las distintas visiones iniciales, “gracias a la guía y el proceso definido por Explora, el grupo convergió naturalmente en una propuesta que sin duda será un aporte a la formación de los niños y niñas”.
En la misma línea, la investigadora del AC3E, Melissa Diago, señaló que “es súper importante que llevemos a cabo un trabajo colaborativo entre el centro y las educadoras para desarrollar un proyecto con niños de primera infancia, porque si bien nosotros tenemos el conocimiento de la parte física, las educadoras tienen toda la experiencia de trabajar con los niños, y así nos complementamos de la mejor manera para obtener el mejor resultado”.
Además del acompañamiento científico, el AC3E fue el primer aliado estratégico de la Incubadora +Ciencia, facilitando recursos técnicos y apoyo económico para el desarrollo del maletín, lo que permitió transformar el proceso de diseño en un producto tangible y con proyección educativa.
Proyección de la Incubadora +Ciencia
“La Incubadora es ejemplo de uno de los ejes de Explora Valparaíso: ser un puente efectivo entre el conocimiento académico y las necesidades de las comunidades educativas. El trabajo continúa con la proyección de estas alianzas para seguir desarrollando herramientas que fortalezcan las competencias CTCI en la región desde la primera infancia”, afirmó Víctor Salinas Silva, director de Explora Valparaíso.
A ello agregó: “Agradecemos también a Paula Alfaro, por facilitar los contactos y actuar como contraparte entre el programa y el centro. El tipo de estructura organizativa del AC3E es un ejemplo para multiplicar el impacto de la investigación en la sociedad”.
La Incubadora +Ciencia forma parte de las actividades regionales del PAR Explora Valparaíso, ejecutado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y busca fortalecer competencias científicas en niñas, niños y jóvenes mediante la colaboración directa con el ecosistema regional de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación.